Cáceres (Extremadura), 06 de octubre de 2017 / Cartas al Director / Juan García Rodriguez.
Signos de los tiempos, libertad de expresión, originalidad, creatividad, cercanía; llevamos más de 50 años oyendo estas cosas, que son estupendas pero en las que hay que poner un cierto orden. Visto este verano, dos parroquias, tres sacerdotes distintos: en una el domingo desparecía el Gloria y el Credo; en otra la celebración de la Eucaristía iba acompañada de una catequesis de cada acto del sacerdote, hasta que varios fieles repiten las palabras de la consagración junto con el sacerdote y éste les dice que no lo hagan; en la tercera Misa, el sacerdote sigue diciendo “y por todos los hombres”, al consagrar.
La Misa es acción trinitaria, no invento humano; garantía de la universalidad del culto; el sacerdote actúa in persona Christi y por ello obedece en los textos, en los signos. No soy experto en liturgia, pero me parece chocante, al menos, lo que cito. Y que se puede extender en interpretaciones doctrinales, morales. El catecismo de la Iglesia católica, tan reciente es un ejemplo de claridad, sabiduría y certeza en lo que hemos de creer, el modo de celebrar, el de vivir y el de los medios de santificación.
Por supuesto gran respeto a la libertad donde esté prevista pero también fidelidad. Ocultarse y dejar actuar a Dios. El Papa Benedicto, cuando era cardenal ponía el siguiente ejemplo de algunos eclesiásticos y laicos. Pueden leer varias revistas “eclesiásticas “, estar al tanto de las novedades de la diócesis, informar con pasión de nuevos nombramientos, pero llega el domingo y no van a Misa o no viven la caridad con los más cercanos. Hay otros que no saben nada o muy poco de estas cuestiones, pero viven los sacramentos, practican la caridad y mantienen trato con Dios y formación cristiana. Estos están en el camino correcto, pienso, aunque el ejemplo pueda ser exagerado. El Primado de Pedro , los Obispos, deben cuidar de la preciosa unidad y catolicidad de la Iglesia. Quizás haya que opinar menos y obedecer un poco más en la vida de la Iglesia.
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