6 de febrero, Día Mundial contra la Mutilación Genital Femenina
Malí, 4 de febrero de 2011 | Sociedad | Gabinete de Prensa.
La tasa de prevalencia de la escisión en Malí es de las más elevadas del África del Oeste, llegando al 98 por ciento en las regiones Kayes y Ségou, donde se focaliza el trabajo de Cruz Roja Española y de la Cruz Roja Maliense.
El objetivo de la intervención de Cruz Roja, que cuenta con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), es contribuir al abandono de esta práctica y mejorar la salud y condiciones de vida de las mujeres y niñas víctimas de graves secuelas físicas y psicológicas de la ablación.
La escisión o mutilación genital feminina (MGF) es una práctica ancestral extendida en distintas regiones de África, con graves consecuencias ginecológicas, obstétricas y psicosociales. El factor religioso no es un determinante fundamental, sino que es más relevante la pertenencia a una etnia u otra a la hora de practicar la escisión, y su incidencia es mayor en las zonas rurales o aisladas.
Uno de los países de África con mayor prevalencia de la MGF es Malí, con una tasa del 85 por ciento entre las mujeres de 15 a 49 años, si bien no existen indicadores de su incidencia en las niñas de 0 a 14 años, donde podría ser incluso más elevada. Para hacer frente a esta situación y contribuir al abandono de esta práctica, Cruz Roja Española y la Cruz Roja Maliense están reforzando su intervención en dos de las regiones del país más afectadas, Ségou (98 por ciento de prevalencia) y Kayes (98 por ciento), con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
La intervención incluye la atención psicológica y médica gratuita a víctimas del cualquier tipo de mutilación genital femenina, con el fin de mejorar la salud y las condiciones de vida de estas personas. Estas mujeres reciben además ayudas para su reinserción socioeconómica, en particular las pacientes víctimas de fístulas, cheloides.
La Cruz Roja trabaja además con los líderes comunitarios, el personal sociosanitario, los profesores y las organizaciones comunitarias de base a través de distintos módulos de formación y de sensibilización, en los que las mujeres participan activamente, con independencia de haber sido o no víctimas de la mutilación genital.
La intervención de la Cruz Roja Española y de la Cruz Roja Maliense se inscribe en el Plan Nacional de Lucha contra la Escisión y se propone establecer como resultado que de aquí al 2012 se mejore el bienestar de las mujeres a través de la reducción de la práctica de la escisión entre un 65 y un 85 por ciento.