Girona (Cataluña), 23 de abril de 2015 / Cartas al Director / Jesús D Mez Madrid
El reconocimiento de la labor que la Iglesia católica presta a la sociedad española no es fácilmente cuantificable. Uno de los indicadores objetivos consiste en el dinero que los españoles la destinan a través de su Declaración de la Renta. Las cifras de la Campaña de la Renta 2013 ofrecen un incremento de dos décimas en el número de declaraciones que marcan la casilla de la Iglesia Católica, en un momento en el que, como consecuencia de la crisis, se ha producido una importante reducción en el número de declaraciones presentadas. Se estima que nueve millones de contribuyentes asignaron a favor de la Iglesia Católica, aunque la cantidad global que va a percibir la Iglesia sea menor que el año pasado por los efectos de la situación económica. Estos recursos son libremente destinados a la Iglesia por los ciudadanos, y no representan ni un privilegio ni una forma de subvención por parte del Estado.