Murcia, 15 de diciembre de 2011 | Cartas al Director | Clara Jiménez
Felicito a los centros comerciales que han cedido un espacio a la Navidad que ya se acerca. Estrellas, papanoeles, árboles navideños, ángeles y adornos de colores comparten amigablemente las estanterías. Sin embargo, sólo los pesebres reflejan el verdadero significado de la Fiesta que celebraremos: el Dios que nace es su verdadero protagonista Y Él bien podría bien dirigirnos este reproche: “¿No es absurdo que en una celebración se olvide al celebrado?¿No es peor aún que se sigan felicitaciones y abrazos por un motivo desconocido? Yo, Dios, os digo: comenzad a caminar por el camino que Yo os he enseñado. No malgastéis tiempo ni dinero en festejos vacíos, más bien considerad que Aquel que os amó de modo singular y perfecto está por nacer en vuestro mundo. No me apartéis de vosotros, no me posterguéis como un atributo pasado de moda. Yo estoy con vosotros, sigo con vosotros y os invito a uniros a mí. Sólo en Mí encontraréis el alivio que necesitáis, sólo en mí está la paz del corazón y la alegría perpetua. Venid a mí, arrodillaos ante el Amor que os salva para que os dé nueva vida y alcancéis mi cielo.”