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miércoles, 4 de febrero de 2015

La Policía Nacional desarticula una organización dedicada a la trata de mujeres paraguayas para su explotación sexual


En el marco del Plan Policial contra la Trata de Seres Humanos puesto en marcha por la Dirección General de la Policía 

   Una vez en nuestro país las encerraban en un club de alterne de Cuenca del que no podían salir hasta saldar por completo la deuda contraída por su traslado a España

   Durante su estancia en el prostíbulo estaban sometidas a estrictas medidas de control, necesitando autorización  incluso para salir al patio

   En la operación se ha detenido a siete personas e imputado a otras cinco, algunas de ellas con causas judiciales pendientes por hechos similares

Madrid (España), 04 de febrero de 2015 / Sucesos - trata de mujeres / Gabinete de Prensa.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a la trata de mujeres de nacionalidad paraguaya para su explotación laboral y sexual en la provincia de Cuenca. Una vez en nuestro país eran obligadas a trabajar en un club de alterne de esta provincia del que no podían salir hasta saldar su deuda, estando sometidas a estrictas medidas de control. Durante la operación se ha detenido a siete personas e imputado a otras cinco, algunas de ellas con causas judiciales pendientes por hechos similares. La investigación se ha desarrollado en el marco del Plan Policial contra la Trata de Seres Humanos, puesto en marcha por la Dirección General de la Policía en abril de 2013.


La investigación comenzó cuando se tuvo conocimiento de la existencia de una organización dedicada a captar mujeres paraguayas en su país de origen, para trasladarlas a nuestro país con fines de explotación. Las primeras indagaciones permitieron a los agentes confirmar estas informaciones y averiguar que para captarlas, la red se aprovechaba de situaciones de necesidad o vulnerabilidad en las que las víctimas se encontraban. También averiguaron que una vez en España eran trasladadas hasta un club de la provincia de Cuenca, regentado por personas que acumulaban antecedentes policiales por los mismos hechos.

Red de captación en Paraguay

Continuando con las pesquisas, se comprobó que la organización estaba liderada por un hombre y su pareja sentimental. Esta mujer, de nacionalidad paraguaya, aprovechándose de los lazos que mantenía con su país natal, había desarrollado toda una red que se encargaba de captar a mujeres jóvenes en situación de exclusión social o con numerosas cargas familiares en su país. 


Las víctimas eran captadas, bien mediante engaño o aprovechándose de su estado de necesidad, convenciéndolas de que podrían ganar mucho dinero fácilmente en España, ejerciendo la prostitución. Cuando las mujeres aceptaban, los “reclutadores” se encargaban de proporcionar a las jóvenes la documentación necesaria para que pudieran fingir un viaje turístico a España, entregándoles pasaportes y "bolsas de viaje" -dinero en efectivo, reservas hoteleras y billetes de avión de ida y vuelta-. También las aleccionaban sobre cómo actuar durante el viaje y cómo  contestar y actuar, incluso como vestir, para pasar desapercibidas por los controles fronterizos.

Una realidad completamente distinta al llegar a España

Una vez en España, otros miembros organización se encargaban de   recoger a las mujeres procedentes de Paraguay, utilizando para ello vehículos particulares y las trasladaban directamente hasta el club, de donde no podían salir hasta haber saldado por completo su deuda. A su llegada al prostíbulo, eran informadas por el jefe de la red de la deuda que habían contraído, que oscilaba entre 2.500 y 4.500 euros. 
También les comunicaban que para saldarla, debían entregar a la organización todos los beneficios ejerciendo la prostitución. La cantidad inicial se veía incrementada, por una parte, por el alquiler que tenían que pagar diariamente al club por estar allí alojadas, no teniendo posibilidad de vivir fuera, y por las multas que les imponían por incumplir distintas normas.

Dos de los miembros de la organización, que regentaban un locutorio en la localidad albaceteña de Villarrobledo, eran los encargados de enviar parte del dinero a la red de captación de mujeres en Paraguay.  Uno de ellos, era además agente autorizado de una empresa de envío de dinero, lo cual era aprovechado por la organización. Para realizar los envíos, utilizaban los datos de filiación de las mujeres traficadas, incluso cuando aun estaban en su país de origen.

Durísimas condiciones laborales bajo estrictos controles

Las mujeres trabajaban todos los días de la semana desde las 16:00 horas hasta el cierre del local, siendo amonestadas por la dirección si incumplían las estrictas normas impuestas por la organización Así, podían ser multadas por retrasarse en la hora de comenzar a trabajar, no trabajar algún día por encontrarse indispuestas, utilizar el teléfono móvil o cualquier otro motivo.

La explotación de las mujeres reportaba a la organización numerosos ingresos. Parte de estos, los habían destinado a realizar importantes obras de remodelación del club de alterne, que había sido transformado en un auténtico fortín. Habían instalado numerosas cámaras de vigilancia, tanto internas como externas, habían construido un elevado muro y colocado rejas en las ventanas de las habitaciones, con la principal finalidad de mantener a las mujeres controladas en todo momento.

Fuera del horario de apertura las puertas del local permanecían cerradas. Para poder salir del mismo, incluso al patio o zonas comunes, las mujeres necesitaban las llaves de acceso, que  se hallaban en poder de miembros de la organización que dormían en el club. Asimismo, las mujeres traficadas tenían órdenes de esconderse cuando llegaran efectivos policiales a efectuar los controles pertinentes en materia de extranjería y trabajo, y si no eran capaces de hacerlo por la rapidez de la acción policial, eran aleccionadas sobre qué contestar a las preguntas que se les formulasen.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras junto con las Brigadas Provinciales  de Extranjería y Fronteras  de Cuenca y Albacete y la  U.P.R. de Albacete, con la colaboración de la Unidad Especial de Guías Caninos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana y del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de la División Económica y Técnica y de la Consejería de Interior de España en Paraguay.

sábado, 5 de julio de 2014

En el marco del Plan Policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual puesto en marcha por la Policía Nacional

Desarticulada una organización que explotaba sexualmente a mujeres en dos clubes de alterne de Cuenca

Captaban a mujeres en Paraguay y les imponían una deuda económica de entre 3.500 y 4.000 euros que debían saldar ejerciendo la prostitución en España bajo un estricto control y medidas de seguridad

En nuestro país la organización estaba dirigida por una pareja formada por un español y una paraguaya, así como por el hijo del primero, encargado de recoger a las mujeres a su llegada y que también ejercía como controlador

La investigación ha finalizado con la detención de ocho personas y el cierre de dos clubes de alterne y un hostal-restaurante en la provincia de Cuenca

Cuenca (Castilla La Mancha), 5 de julio de 2014 / Sucesos -  explotaba sexualmente / Gabinete de Prensa.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Cuenca una organización criminal que captaba a mujeres en Paraguay para trasladarlas a España y explotarlas sexualmente en dos clubes de alterne de la provincia de Cuenca. Las jóvenes eran obligadas a ejercer la prostitución hasta saldar una deuda de entre 3.500 y 4.000 euros contraída con los responsables de la red por los gastos generados en su traslado a nuestro país. La operación se ha saldado con la detención de ocho personas, entre ellas los máximos responsables, un español y su pareja sentimental, de origen paraguayo, así como el hijo del primero, que recogía a las mujeres a su llegada y las controlaba mientras trabajaban. También se ha procedido al cierre de dos clubes de alterne y un hostal–restaurante.

La investigación comenzó en 2011 cuando se obtuvieron las primeras informaciones sobre la existencia de un grupo criminal que captaba a mujeres en Paraguay para ser traficadas y posteriormente explotadas sexualmente en España en dos clubes de alterne y un hostal–restaurante anexo a uno de ellos en Cuenca. Buscaban jóvenes en situación precaria en su país de origen, las convencían para viajar a la península y, una vez aquí, les imponían una deuda económica que debían saldar ejerciendo la prostitución bajo un estricto control y medidas de seguridad. Otra de las medidas de presión que adoptaban era la retirada de su documentación personal.

Agresión y encierro a una víctima que pretendió huir


Durante las pesquisas se averiguó que la rama española de la organización estaba formada por miembros de una misma familia, bajo la dirección de una pareja constituida por un español y una mujer paraguaya. El cabecilla ejercía una vigilancia férrea tanto de la actividad de sus colaboradores, como de las mujeres que eran explotadas en los locales. Los copartícipes, encargados y “mamis”, controlaban en todo momento la actividad que se llevaba a cabo en los clubes e informaban puntualmente de cualquier incidencia a los máximos responsables. También aleccionaban a las mujeres sobre cómo debían actuar en caso de que la Policía realizara algún control.

En el transcurso de la investigación, que se dilató en el tiempo por las enormes medidas de seguridad que el grupo criminal adoptaba para que su actividad no fuera descubierta, se tuvo conocimiento de que una víctima había sido encerrada violentamente en una de las habitaciones de los clubes. El encierro se produjo cuando trató de escapar del local sin haber saldado su deuda y fue descubierta por los investigados. De hecho, durante los registros efectuados se comprobó que varias mujeres estaban confinadas en sus habitaciones, en un intento por ocultarlas de la Policía. 

Suministraban droga a víctimas y a clientes

Como actividad complementaria a la explotación sexual y laboral de mujeres, la organización se dedicaba al menudeo de sustancias estupefacientes. Las drogas tenían como destinatarios a las mujeres víctimas de explotación y a los clientes. Además, se encontraron pastillas utilizadas para aumentar la potencia sexual, prohibidas en España, que ofrecían a los clientes que las requiriesen. 

El cabecilla del grupo había desarrollado un mecanismo por el cual “agotaba” una determinada sociedad empresarial en la explotación de sus clubes y posteriormente se la vendía a otras personas o variaba el nombre de los administradores. De este modo eludía el pago de las cuantiosas sanciones que acumulaba (más de 175.000 € por infracciones en materia laboral, de extranjería y Seguridad Social).

En el transcurso de la operación han sido detenidas 8 personas y se han realizado cuatro registros (en los clubes de alterne, en el hostal–restaurante y en un domicilio particular), en los que se han intervenido doce mil euros, útiles para el tráfico de sustancias estupefacientes, armas prohibidas  -dos katanas, cuatro defensas extensibles y una tonfa-, ordenadores portátiles, teléfonos móviles, documentación manuscrita con anotaciones de cuentas y relacionada con las sociedades explotadoras de los clubes, que están siendo analizados por expertos en la materia. También se localizó a 19 mujeres que se hallaban en situación de riesgo, que fueron entrevistadas por personal especializado en la lucha contra la trata de seres humanos y a las que se ofrecieron las medidas de protección previstas en la legislación. 

La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo I de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Cuenca, la Unidad Territorial Operativa de Extranjería y Fronteras de Jaén, la UCRIF de Castellón de la Plana y el Grupo de Extranjería de Puertollano (Ciudad Real). Han colaborado también agentes de Guías Caninos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana.