Con motivo de la celebración de las II Jornadas Atlánticas en este área
Las Palmas de GC (Canarias), 21 de junio de 2013 / Seguridad - Emergencias / Gabinete de Prensa.
Canarias se ha convertido en el día de hoy en el foro de discusión sobre cómo actuar ante las grandes y cómo afrontar la asistencia a múltiples víctimas gracias a las II Jornadas Atlánticas en esta materia que se celebran en nuestro Archipiélago y en las que participan ponentes procedentes de Azores, Madeira, del panorama nacional y de nuestra Comunidad Autónoma.
La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias inauguró esta mañana estas Jornadas en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín donde manifestó que “las experiencias adquiridas en este Archipiélago en situaciones como las vividas en la tormenta tropical Delta en 2005, los grandes incendios que han asolado a diferentes islas en los últimos años o la riada del 2002 que azotó a Santa Cruz de Tenerife son sólo algunos de los ejemplos en los que este Archipiélago ha puesto a prueba su sistema de emergencia y especialmente nuestra capacidad de respuesta sanitaria ante incidentes de múltiples víctimas”.
En ese sentido, comentó que las experiencias vividas en Canarias y las compartidas especialmente con Madeira y Azores por las similitudes que tienen con nuestro Archipiélago, contribuyen sin duda a mejorar nuestros sistemas de respuesta y sobre todo a potenciar la cooperación entre archipiélagos.
“Esa cooperación -añadió- es la que nos ha permitido tener una mayor especialización en diferentes áreas y una mejor capacidad de respuesta ante posibles catástrofes por riesgos naturales, biológicos, químicos o por enfermedades infecciosas. Igualmente, gracias a los materiales específicos, adquiridos en el marco del proyecto para los riesgos asumidos, podemos decir que en estos momentos estamos preparados para poder dar una respuesta unitaria en el ámbito de la Macaronesia ante diferentes catástrofes”.
Este encuentro, dirigido al personal que trabaja los servicios de seguridad y emergencias, y que ha contado con más de 300 asistentes, se enmarca dentro del proyecto europeo Plan de Emergencia Sanitaria en caso de Catástrofe en la Macaronesia (PLESCAMAC), liderado por la empresa pública Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad en Canarias (GSC) y, más concretamente, por la división del Servicio de Urgencias Canario (SUC) adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Sesiones
Esta Jornadas, que se han celebrado en el Auditorio del Hospital Universitario Doctor Negrín, se han dividido en cuatro áreas: la primera consistió en una sesión académica en la que se han llevado a cabo diferentes ponencias relacionadas con la gestión de las emergencias y de grandes catástrofes; la segunda incluyó un despliegue y exposición del material de catástrofes de que dispone el SUC; la tercera consistió en un programa de comunicaciones sobre aspectos relacionados con las catástrofes y/o la asistencia a múltiples víctimas y la cuarta área desarrolló tres talleres de trabajo sobre aspectos vinculados al tema central de las jornadas.
La sesión académica comenzó con el presidente de la sociedad Española de Medicina de Catástrofe (SEMECA), Carlos Álvarez Leiva, que habló sobre el “Paradigma en la Gestión de las Emergencias” y posteriormente profundizó en su diseño curricular.
Por su parte, el vicepresidente del Servicio Regional de Protección Civil de Madeira, Pedro Barbosa, fue el encargado de analizar los accidentes con materias peligrosas y la afectación que éstos puedan tener en las estructuras vitales.
Las medidas de prevención y las actuaciones que se deben desarrollar en los incendios forestales fue el tema de la ponencia que impartió Federico Grillo, ingeniero técnico forestal, al que le siguió José Luis Pérez, jefe de sección de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil, quien abordó las infecciones emergentes en el siglo XXI.
Durante la tarde, el presidente del Servicio Regional de Protección Civil y Bomberos de Azores, José Antonio Oliveira, y el comandante de Bomberos de Funchal (Madeira), Nelson Bettencourt, disertaron sobre los riesgos naturales que tienen ambos archipiélago así como sobre las medidas preventivas que se toman para afrontarlos.
Finalmente, el comandante de ingenieros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), José Antonio Prieto, explicó a los asistentes el funcionamiento de esta unidad como modelo de asistencia a las catástrofes en España.
Talleres
Los asistentes a estas II Jornadas Atlánticas también pudieron participar en tres talleres en los que se puso en práctica cómo deben realizar los primeros intervinientes un triage explicándoles los modelos de priorización en la evacuación de víctimas; cómo planificar, dirigir y evaluar un simulacro sectorial y cómo realizar una asistencia inicial básica al trauma.
Muestra del material de catástrofe
Durante toda la mañana los técnicos del SUC han realizado un despliegue del material de catástrofe con el que cuenta el servicio para el tratamiento por ejemplo de pacientes con enfermedades infectocontagiosas.
En la explanada del recinto hospitalario, en la entrada de Consultar Externas, los asistentes a las Jornadas y público en general pudieron presenciar el montaje de las unidades de estabilización y transporte.
La Unidad de soporte de estabilización está compuesta por una tienda neumática hinchable de 15 metros cuadrados de superficie que se despliega en un tiempo no superior a los cinco minutos y que posee una estructura de alta resistencia, impermeable al agua y al aire y resistente a la abrasión. Su principal función es la de servir de lugar de estabilización de los pacientes antes de su traslado a un centro hospitalario. Cuenta con camillas plegables, sistema de distribución de oxígeno y diverso material médico.
La Unidad de transporte está compuesta por una camilla de aislamiento y otras camillas convencionales, así como por mochilas de botiquín ligeras, troley y ampularios.
La camilla de aislamiento se utiliza para el transporte de pacientes con sospecha de riesgo de gripe pandémica o de otros virus letales como el virus ébola, sin que se provoque riesgo de contagio para los sanitarios que manipulen al paciente. Su funcionamiento consiste en la introducción, mediante una fuente externa, de aire filtrado previamente con una presión positiva dentro de una estructura sellada herméticamente en la que se sitúa al paciente, permitiéndose la manipulación y realización de algunas técnicas desde fuera de la camilla por medio de unos guantes con los que se accede al afectado.