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Las Palmas de GC (Canarias), 20 de agosto de 2014 / Estepa Castellana / Ricardo Curto
Como hace mucho tiempo, cuando un ejército conquistador trajo a muchos canarios a miles de kilómetros de distancia de su cotidiano Atlántico, hoy vuelve a recorrer esta árida Castilla, un canario ensimismado.
Ensimismado por que aquí, en los pequeños pueblos castellanos,parece que el tiempo se ha quedado detenido, como dormido desde la lejana Edad Media, poblándose de historia y de recuerdo.
Casas de adobe y ladrillo vista, recios muros de piedra y roca, torres amenazadores y enhiestas, oteando el llano horizonte estepario... Retazos de un pasado que se resiste a morir del todo en Castilla.
Recorremos la ruta de los castillos: Avila amurallada, Arévalo altivo, Madrigal de las Altas Torres cuna de reinas, Medina del Campo y su impresionante castillo de La Mota, Olmedo la ciudad del Caballero, Tordesillas, Peñafiel, Coca.....
Tantos y tan elocuentes testigos de un pasado señorial, que habla de reyes y reinas, de intrigas palaciegas, de la unión de dos reinos para construir el embrión de nuestra patria actual.
Aquel "Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando", que unió definitivamente y vertebró una España unida y única, sin fisuras, sin autonomías,sin independencias....
Y el Canario se asombra ante tanta soberana y regia construcción, y como turista en un país que también es el suyo, aprende, degusta, se enriquece....
Los vinos blancos de Rueda, los de Rivera de Duero, el cochinillo de Segovia, el cordero lechal burgalés, la jota castellana....Imágenes, colores y sabores que el canario guardará en su equipage, como el mejor souvenir, y una reflexión: Mejor juntos, pero no revueltos. Y no nos referimos a la forma de cocinar los huevos! Naturalmente....
