Miles de
personas se congregaron anoche en la Plaza de San Miguel, donde un replique de
12 campanadas aventuró el comienzo del Acto Reconocimiento a la Suelta del
Perro Maldito
Valsequillo (Gran Canaria), 29 de septiembre de 2012 / Fiestas El Perro Maldito / Gabinete de Prensa.
A
medianoche de este viernes 28 de septiembre, el pueblo de Valsequillo se
congregó en la Plaza de San Miguel para mostrar públicamente, con un emotivo
silencio, su apoyo a todos los afectados por lo acaecido en el último año.
Desde una gran pantalla, localizada en la Plaza de San Miguel, se proyectó un
vídeo, previo replique de campanas y música instrumental que provenía de los
balcones que rodeaban la plaza.
El vídeo, que duró
algo más de dieciocho minutos, tuvo como protagonistas al pueblo de
Valsequillo, representado por jóvenes, niños y adultos, impulsores de esta
fiesta surgida en el año 1987. Atendiendo a la tradición, a las 00:00 horas de
la noche del 28 de septiembre, víspera de San Miguel, el diablo se soltaba de
sus cadenas y vagaba toda la noche por las calles haciendo de las suyas. Era
una noche terrorífica para mujeres y niños, que esperaban en casa mientras los
hombres salían de fiesta a la captura del perro maldito.
Así se inicia esta
tradicional fiesta un 28 de septiembre de 1987, cuando un grupo de jóvenes
visten al primer Perro Maldito de San Miguel, Francisco García, más conocido
como “Paco el Toro”. Durante toda la noche andó suelto por el pueblo, vestido
con harapos negros y amarrado con sogas. Jóvenes cazadores le perseguían ante
la mirada perpleja de la gente, que ajenos a lo que pasaba, celebraban como
cada año la víspera de San Miguel. La noche trascurrió con el perro suelto por
las calles del pueblo, que al día siguiente amanecía en la plaza, despertando
con él una fiesta que se ha convertido en seña de identidad de Valsequillo.
Desde entonces, el
pueblo de Valsequillo se volcó de lleno en una fiesta que es símbolo de unión.
Maquillaje, confección, teatro, artesanía o baile, son sólo algunas de las
disciplinas en la que los jóvenes de Valsequillo se han ido formando a lo largo
de los años, convirtiéndose en verdaderos artistas. Pero esta fiesta no sólo ha
unificado al pueblo de Valsequillo, sino que además ha acercado hasta él a
gente de otros municipios gustosos a participar.
El acto reconocimiento
concluyó con el prolongado aplauso del público asistente, a la vez que 150
jóvenes del municipio alzaban en la Plaza de San Miguel una luz artificial como
símbolo de solidaridad y respeto. Seguidamente, el espectáculo de fuegos
artificiales volvió a sorprender a los espectadores, que un año más llenaron
las calles del pueblo para no perderse este tradicional espectáculo piroténico.