En Fuerteventura, 134 familias han demandado una Vivienda Protegida y siguen sin obtener respuesta por parte del Gobierno de Canarias
El Partido Popular de Fuerteventura ha visitado esta mañana las Viviendas de Protección Oficial de Gran Tarajal que en el año 2008 comenzaron a construir y que, seis años después, "continúan estando cerradas".
Se trata de 40 viviendas de Protección Oficial que se enmarca dentro del programa Promoción Publica en Alquiler del Plan Canario de Vivienda 2005-2008, en el que se ha invertido un total de 2.547.362,73 euros.
El pasado mes de enero la Consejería de Vivienda del Gobierno de Canarias anunció que se había publicado el listado provisional de demandantes admitidos y excluidos "pero tres meses después, las familias siguen esperando a que se celebre el sorteo, pagando alquileres que no pueden permitirse mientras estas viviendas están cerradas", asegura la Presidenta del Partido Popular en Fuerteventura, Águeda Montelongo.
En concreto, se han establecido 25 viviendas para el cupo general; seis viviendas para familias reducidas, una para jóvenes; tres para víctimas de violencia de género, 1 para mayores; dos para personas con movilidad reducida sin necesidad de silla de rueda y una para personas con movilidad reducida con necesidad de silla de ruedas. Una última vivienda será tutelada por el Ayuntamiento.
En respuesta por escrito a una pregunta presentada por la diputada popular Águeda Montelongo, la Consejería de Vivienda responde que, en total, en Fuerteventura existen 134 personas que han demandado vivienda.
La diputada del Grupo Parlamentario Popular, Águeda Montelongo, ha solicitado este viernes la comparecencia de la Consejera de Vivienda para que "explique por qué se ha retrasado tanto la entrega de estas casas que ya están finalizadas".
"Se trata de 134 familias majoreras que siguen sin obtener respuesta por parte del Gobierno de Canarias. La gestión de la Consejería de Inés Rojas en Fuerteventura es inexistente. Sólo cuando llega la campaña electoral se prometen viviendas sociales pero, seis años después, las familias siguen esperando la llave que les permita entrar a sus casas".