Palafrugell (Girona), 29 de noviembre de 2014 / Cartas al Director / José Morales Martín
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha regresado a Madrid tras su visita relámpago a Cuba donde, en contra de las expectativas existentes, finalmente, no fue recibido por el presidente Raúl Castro. La razón estriba en el discurso que el jefe de la diplomacia española pronunció en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales sobre la transición en España y que le dio ocasión de defender las libertades democráticas y el diálogo para alcanzarlas, todo un desafío a la “corrección” del lenguaje político en el seno de la longeva dictadura comunista. No parece, por tanto, que las señales de “apertura” del régimen cubano en materia económica, que ha permitido el establecimiento de diversas empresas españolas, sean el inicio de una aceptación cercana de otras libertades. Y es que hablar de libertad es peligroso y sino que se lo pregunten a Margallo.
