Kingston (Canadá), 25 de junio de 2011 | Medicina - Salud | ASSOPRESS
38 Congreso Internacional en Electrocardiología celebrado en Kingston (Canadá), donde
se trató sobre los innumerables errores que se comenten, a la hora de realizar e interpretar electrocadiogramas.
Durante la segunda semana de junio se celebró en la ciudad canadiense de Kingston, el 38º Congreso Internacional de Electrocardiología. En el transcurso de este interesante evento se presentaron diferentes conferencias que trataron los temas más relevantes y novedosos en este campo. Participaron ponentes de catorce países tan diferentes y alejados como Japón, Brasil, EEUU, Israel y España entre otros.
La ponencia española, a cargo de Javier García-Niebla, versó sobre errores frecuentes a la hora de realizar un electrocardiograma (ECG).
En las posteriores preguntas e intervenciones que siguieron a la presentación se comentó ampliamente la necesidad de la adecuada atención a estas técnicas para evitar errores de diagnóstico.
Según García-Niebla más de 6 millones de ECG son registrados anualmente con los electrodos incorrectamente colocados. A esta cifra habría que añadir otro buen número de registros que no utilizan los parámetros de filtrado estándar, lo cual puede reducir o distorsionar algunos elementos del ECG. Estas son algunas de las conclusiones más relevantes, que Javier García Niebla, miembro del comité ejecutivo de la Junta Directiva de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología.
Se destacó que en ocasiones una inadecuada preparación del paciente podría generar confusiones diagnósticas que pudieran llevar a procedimientos terapeuticos innecesarios como por ejemplo la implantación de un marcapasos o un desfibrilador. En general el resultado de está técnica depende del grado de entrenamiento del profesional que la realiza.
García-Niebla considera necesario el impulsar programas específicos de formación y reciclaje en la realización e interpretación de ECG que estén avalados por las principales sociedades cardiológicas. Su objetivo debería incluir tanto el aprendizaje de la colocación correcta de los electrodos, asimilando la trascendencia de esta técnica, como la lectura de patrones normales y patológicos, haciendo un esfuerzo especifico en la habilidad de reconocer los patrones electrocardiográficos derivados del incorrecto
posicionamiento de electrodos, artefactos y otros problemas técnicos que puedan inducir a una interpretación errónea.