Olot (Girona), 16 DE ENERO DE 2015 / CARTAS AL DIRECTOR / JD Mez Madrid
A determinados líderes populistas les suele molestar la libertad de pensamiento, y consecuentemente, colocan a la prensa como uno de sus objetivos prioritarios. Por supuesto, al mismo tiempo se les llena la boca de palabras como democracia o derechos humanos, que quedan en su caso en un simple formalismo y en una mera declaración de intenciones, sin desarrollo real allá donde gobiernan. La cantinela siempre es la misma: los medios de comunicación se estarían convirtiendo en una suerte de Estado paralelo que, en nombre de la pluralidad, estarían atacando los cimientos mismos de la democracia.