Palamós (Girona), 30 de marzo de 2014 / Cartas al Director / Xus D Madrid
La Ley de Acción Exterior, la gran reforma de la diplomacia para ponerla a la altura del siglo XXI, salió adelante gracias al empeño personal del ministro de Exteriores. Margallo no ha dejado de buscar el consenso, un esfuerzo reconocido desde las filas socialistas. Sin embargo, y pese a las enmiendas introducidas a instancias de las autonomías y la oposición, el PP se quedó solo. Una vez más, ha quedado constancia del sectarismo del principal partido de la oposición, que prefiere hacer la guerra al Gobierno antes que hacer política de Estado.