Palafrugell (Girona), 20 de septiembre de 2017 / cartas al Director / José Morales Martín.
Con motivo del problema producido por el secesionismo catalán, Podemos vuelve a tirar los tejos al PSOE. La experiencia de otros tratos (pactos) entre ambos parece pobre. Y es que la triste realidad sobre lo primero que conocemos del pacto PSOE-Podemos en Castilla La Mancha es un sonrojante intercambio de cromos y sillones. Una nueva vicepresidencia y consejería para los populistas, y una serie de sobresueldos y prerrogativas para altos cargos -una mejora en los sueldos una vez que abandonen el cargo político y vuelvan a su anterior trabajo en la Administración pública, aumento también en sus futuras pensiones y privilegios para permitirles optar a cargos a los que no podrían acceder solo por su cualificación-, que para colmo se cuelan de tapadillo en pleno período estival.
Una más que preocupante forma de ejercer el poder de quienes se autodenominan gobiernos del cambio y se pasan el día hablando de la necesidad de la regeneración moral de la clase política. Todo da a entender que los anticasta se convierten en la peor casta.