Palafrugell (Girona - Cataluña), 2 de abril de 2016 / Cartas al Director /José Morales Martín
El tacticismo agónico de Rajoy, el afán ambicioso de Sánchez, la arrogancia de Iglesias, el querer y no poder de Rivera. Se dirá que representan, cada uno, a millones o cientos de miles de votantes, de ciudadanos, de la gente. Pero la representación, por oscuros y nunca aclarados vericuetos, acaba en el querer de esos pocos, de sus filias y fobias.
No sé cómo se explicará el odio visceral de Sánchez a Rajoy. Su “no” es “no”.
O los cálculos de Rajoy, que no se resigna a no mandar
O la chulería de Iglesias que, de primera, ya se puso como vicepresidente y repartió entre podemitas los mejores ministerios, aunque ahora diga que está dispuesto a sacrificarse.
O la desorientación de Rivera, primero poniendo vetos y después pactando con Sánchez intuyendo que el pacto es casi papel mojado como parece se está demostrando.
Aunque teóricamente los que votamos somos muchos finalmente dependemos de unos pocos cargados de intereses particulares y de partido.