Tenerife (Canarias). 18 de noviembre de 2013 / Marcha por la Vida - Sociedad / Gabinete de Prensa.
Más de un centenar de personas se reunieron en Los Realejos, Tenerife, en la IV Marcha por la Vida organizada por Derecho a Vivir Tenerife para unir sus voces y recordar al gobierno su promesa de derogar la ley del aborto y desarrollar políticas en pro de la Vida.
A las 10 de la mañana un grupo de jóvenes adultos y niños se concentraron en la ermita de la Gorvorana para comenzar la IV Marcha por la Vida que ha tenido lugar este fin de semana en más de 50 ciudades de la geografía española, así como en Europa y Latinoamérica. Antes de su comienzo Agustín Dorta, delegado de la plataforma Derecho a Vivir Tenerife, recordó a todos los allí presentes los motivos por los que se realizaba esta marcha en toda España. Desde allí se pidió al gobierno de España que “se escuche a los que defienden la Vida y que se cumpla la promesa de derogar la ley del aborto” en una sociedad que se autodenomina más “progresista” porque la mujer aborta en libertad, lo cual es una “gran mentira” manifestó.
Se recordó que la mujer aborta porque ni el gobierno, ni los Servicios Sociales, ni la misma sociedad le brindan el apoyo ni las facilidades necesarias para seguir adelante con su embarazo. La Marcha se inició encabezada por una gran pancarta en la que se podía ver bien claro el lema de “aborto cero”, así como la imagen de una mujer embarazada con un mensaje de zona libre de pena de muerte. Los participantes en la Marcha corearon eslóganes como “El pueblo unido, defiende al no nacido” y alzaron pancartas y banderas hasta llegar a la plaza de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en el barrio realejero de El Toscal-Longuera. Una vez allí se leyeron poemas y algunos testimonios de madres valientes por la Vida, así como el Manifiesto unánime para toda España en el que se exigía al gobierno del Señor Mariano Rajoy y su Ministro de Justicia Alberto Gallardón la derogación de la actual ley del aborto y el desarrollo de medidas incentivadoras a favor de la mujer y la maternidad.
Se realizaron también diversas actividades simbólicas como un gran corazón de velas que cada participante fue encendiendo en nombre de los más de 5.000 no-nacidos que se han abortado en Canarias durante el último año y los más de 300 bebés que son eliminados cada día en toda España. Asimismo se realizó un apadrinamiento espiritual de éstos en el que cada persona tomó un papel en el que estaba el nombre de un bebé no nacido al que se comprometería a apadrinar y trabajar en pro de la defensa de la vida por él. Este gesto hizo pensar a muchos de los allí presentes que cada uno de esos bebés abortados es un ser humano único e irrepetible, con una identidad y un nombre propio al que se le ha impedido nacer.
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La celebración terminó con una Eucaristía presidida por el Párroco D. Gabriel bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe (imagen que representa su estado de embarazo) en la que se dio gracias por el maravilloso don de la Vida y que se ofreció por todas las madres que están en riesgo de abortar y por las que ya lo han hecho, así como por sus hijos no-nacidos, las dos víctimas de esta realidad cruel que es el aborto.
