Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 25 de noviembre de 2014 / Políticas - IUC / Gabinete de Prensa.
El Gobierno ha reconocido implícitamente a
Izquierda Unida que carece de planes para garantizar el suministro de agua
potable a Fuerteventura y Lanzarote, en caso de que las prospecciones provoquen
un gran derrame. La formación progresista preguntó al Gobierno, en el Congreso
de los Diputados, por los planes elaborados en caso de que una marea negra
detenga las desalinizadoras y, por su parte, el ejecutivo de Rajoy responde que
no tiene “competencia alguna en la conservación, mantenimiento y explotación de
las desalinizadoras de Fuerteventura y Lanzarote ni en el abastecimiento de la
población de Canarias”.
En la respuesta remitida a Izquierda Unida
por el Gobierno se habla de convenios entre el Estado y Canarias para financiar
obras en las desaladoras, pero no se responde a la pregunta simplemente porque
no hay respuesta y no se ha previsto ninguna actuación en caso de que las
desaladoras resulten dañadas o inutilizadas.
Asimismo, Izquierda Unida también preguntó
al Gobierno por qué motivos no se sometieron a información pública dos informes
aportados por Repsol, después del período de alegaciones al informe de impacto
medioambiental, que reconocían la posibilidad de que las mareas negras
alcanzaran las islas. La formación progresista afirma que los informes
infravaloran los riesgos, pero, aún así, los que señala son importantes y
debieron haber sido objeto de exposición pública. El Gobierno alega que los
informes sólo podían obtenerse después de concluido el período de alegaciones y
que, por tal motivo, no convocaron otra exposición pública. Se trata de un
pretexto que, obviamente, no justifica haber impedido la participación de la
ciudadanía.