Durante tres días, una empresa especializada en trabajos verticales en taludes, eliminará y desintegrará las piedras del macizo que presenten riesgo de correr nuevos desprendimientos en los alrededores del enclave declarado Bien de Interés Cultural
Las Palmas de Gran Canaria (Canarias), 7 de agosto de 2015 / El Confital - conjunto arqueológico de las Cuevas de Los Canarios / Gabinete de Prensa
El Cabildo de Gran Canaria dará comienzo en la mañana del próximo martes, día 11 de agosto, a los trabajos de saneamiento de la ladera afectada por el reciente derrumbe acaecido en el entorno del conjunto arqueológico de las Cuevas de Los Canarios, en la zona de El Confital.
La actuación que se llevará a cabo durante tres días consecutivos por la empresa Geobrugg, especializada en trabajos verticales, conservación y saneamiento de taludes y laderas en terrenos complicados, permitirá, en esta primera actuación, eliminar aquellas piedras de pequeño y mediano tamaño que sobresalen en la cornisa y alero donde se localiza una parte de las cuevas y graneros del yacimiento, cuyo definitivo desprendimiento puede suponer un peligro potencial.
Aunque no se poseían referencias históricas de desprendimientos en la Zona Arqueológica de las Cuevas de Los Canarios en La Isleta, el derrumbe producido el pasado día 21 de julio, afectó a una parte importante de la cornisa que alberga a un buen número de estas cavidades aborígenes, aunque éstas, una vez reconocida la zona de los desprendimientos, no se han visto alteradas.
Tras varias visitas de inspección cursadas a la zona por los técnicos de la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, se ha comprobado que otros sectores de este yacimiento podrían tener, en fecha indeterminada, nuevos problemas de estabilidad en el macizo rocoso con los consiguientes derrumbes y afección a la integridad del yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Zona Arqueológica en 2009.
Es por ello que el Cabildo de Gran Canaria acometerá estos trabajos de saneamiento en la mencionada ladera, con la finalidad de deshacer y forzar la caída de los elementos rocosos que presenten más inestabilidad y peligrosidad, para más tarde proceder al encargo de un diagnóstico y estudio más detallado del conjunto.
La mencionada actuación prevista en El Confital por el Cabildo de Gran Canaria asciende a 8.560 euros. Hay que recordar que dicha Corporación que preside Antonio Morales ha invertido en los últimos años más de 23.000 euros, en distintos proyectos dirigidos a la recuperación de este importante enclave arqueológico y medioambiental de la capital, lo que viene a demostrar el interés y el compromiso de la Institución insular por la recuperación y la puesta en valor del mencionado enclave. Los trabajos realizados en el entorno de las Cuevas de Los Canarios han permitido el cerramiento de buena parte de las cuevas más importantes del conjunto, la instalación de señalética, la colocación de quitamiedos en los caminos de acceso y trabajos de limpieza vertical.
El Cabildo de Gran Canaria insiste en recordar a la ciudadanía la obligación de respetar escrupulosamente las señalizaciones de prohibición del tránsito instaladas en la zona del yacimiento de la Cueva de Los Canarios, atendiendo a la peligrosidad que aún presenta la ladera en donde se produjo el desprendimiento de las grandes rocas hace unas semanas, hasta que hayan concluido los estudios sobre la estabilidad del macizo rocoso.
La consejería de Cultura del Cabildo grancanario que dirige Carlos Ruiz, ha venido trabajando de manera coordinada con la de Medio Ambiente que coordina Juan Manuel Brito, así como las distintas concejalías del ayuntamiento capitalino implicadas en la zona de este espacio natural protegido.
UN CONJUNTO ARQUEOLÓGICO CON HISTORIA
Declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Zona Arqueológica en 2009, las Cuevas de Los Canarios fueron construidas por los antiguos canarios hace más de cinco siglos. Los moradores de estas cuevas aprovechaban los recursos naturales que ofrecía la zona, dedicándose sobre todo a la pesca, al marisqueo, la recolección de hierbas y al pastoreo. Además, la existencia de pequeños graneros indica la existencia, probablemente marginal, de actividad agrícola (se sabe, por ejemplo, que a mediados del XVIII se cultivaban cereales en el interior de zonas próximas hoy gestionadas por el Ejército). A su muerte, los habitantes eran enterrados en un cementerio desaparecido en el XIX, pero del que se conservan fotografías realizadas por la escritora inglesa Olivia Stone.
Hoy en día, las cuevas aún presentan espacios domésticos, pequeños silos para almacenar alimentos y enseres, escalones labrados, ventanucos y, unos metros hacia el sur, restos de una cantera de molino.