Viajará a Estrasburgo durante la madrugada del miércoles sin interrumpir su huelga invitada por Izquierda Unida Europea, de la mano del eurodiputado de Podemos Miguel Urban
Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 20 de mayo de 2015 / huelga de hambre indefinida / Gabinete de Prensa.
La saharaui residente en de Tenerife Takbar Haddi, que mantiene una huelga de hambre indefinida frente al consulado marroquí en Las Palmas exigiendo la entrega de los restos de su hijo, Mohamed Lamin Haidala, y para denunciar lo que califica de “asesinato a manos de los médicos, la policía y las autoridades marroquíes”, se trasladará en la madrugada de hoy martes al miércoles a Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo, para intervenir ante el Pleno de la Cámara.
Su comparecencia en el Europarlamento se produce por invitación del grupo parlamentario Izquierda Unitaria Europea y de la mano del eurodiputado de Podemos, formación integrada en dicho grupo, Miguel Urban. La iniciativa se produce después de la visita de Meri Pita, secretaria general del Consejo Ciudadano de Podemos en Canarias, al lugar en el que realiza su huelga.
Durante su estancia en Estrasburgo, Takbar Haddi, celebrará una reunión con eurodiputados, abierta a todos los grupos de la Cámara y participará en un acto sobre la situación en el Magreb en el que se encontrará con Talbi El Alami, portavoz de la Cámara de Diputados marroquí.
El consulado marroquí en las Islas emitió el sábado, un día después del inicio de su huelga de hambre, un comunicado en el que mostraba su extrañeza por la protesta de Takbar y aseguraba que las autoridades marroquíes de ocupación le ofrecieron entregar el cuerpo de su hijo, lo que ella confirma pero explica que “era con la condición de que no le realizaran la autopsia, ni se investigara, ni se castigase a los culpables de su muerte”.
Takbar Haddi perdió a su hijo el pasado 8 de febrero. El 31 de enero resultó herido de gravedad por colonos marroquíes en El Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupada por Marruecos. Ahí comenzó un calvario que lo llevó a deambular, primero, por los calabozos de la policía de ocupación y, luego, de hospital en hospital, sin recibir asistencia hasta que falleció a cientos de kilómetros, en Agadir, esperando a ser atendido, relataron testigos, familiares y organizaciones de Derechos Humanos presentes en el territorio.
Cuando Takbar llegó a El Aaiún buscando a su hijo, el día 9, intentaron que firmara el certificado de defunción, pero se negó, "quería que le hicieran una autopsia, que se investigara su muerte y fueran castigados los culpables". Le ofrecieron "dinero, mucho, un sueldo, cosas", pero no lo quiso. Así que no le entregaron sus restos. "No sé dónde está su cuerpo. Nadie lo sabe. No me puedo callar. Ya he llamado a todas las puertas. Y no podré descansar hasta que lo encuentre", asegura.
También quiere denunciar la situación de su familia, “vigilada, amenazada y acosada por agentes de la seguridad marroquí cada día, durante las 24 horas”, desde que sucedieron los hechos y de los civiles saharauis en el Sahara ocupado. "Si muero no importa, no tengo problema. La culpa es de los médicos, de los colonos, de los policías marroquíes, de todos. Yo estaré mejor muerta porque ojalá mi hijo fuera el último, pero cada día les pegan y les vuelven a pegar, a torturar, a detener y, por eso, no me importa". (SCSC)