A Coruña (Galicia), 11 de agosto de 2014 / Cartas al Director / Suso do Madrid
Con el deseo de mostrar nuestra disponibilidad para encontrarnos con los hombres y las mujeres de nuestro tiempo y de “responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana” compartimos las siguientes conclusiones:
1.- En la Iglesia debemos superar todos los complejos acerca de nuestra presencia en el mundo digital. Ser conscientes de que nuestro mensaje es una Persona, Dios que se hace hombre para salvarnos. Hay que estar presente con esta originalidad, en diálogo con el mundo y en actitud de servicio.
2.- La comunicación de la Iglesia tiene que basarse en la verdad y en la autenticidad, fuerza vital que va más allá de la tecnología.
3.- La figura del buen samaritano es modelo de comunicación: se sintió implicado y se hizo prójimo con actitud de atención y servicio al otro. Hemos de procurar una comunicación que sea cercana a la gente, en los gestos y en las palabras: sencilla y eficaz, siguiendo el ejemplo del Papa Francisco.
4.- Entendemos la comunicación en términos de proximidad y creemos que ésta consiste tanto en reducir distancias como en transmitir contenidos. Por eso, la Iglesia debe reflexionar sobre cómo hacer que su mensaje llegue a todos.
5.- “La red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas”. Por eso, el nuevo modo de comunicar hay que entenderlo como un cambio cultural y no sólo tecnológico.
6.- En el continente digital no hay espacios en blanco. La urgencia de la evangelización nos exige estar en él con nuestra propuesta de sentido: Jesucristo, camino, verdad y vida.
Por último, además de trasladar nuestro agradecimiento a todos los periodistas por su entrega al servicio de la comunicación, les animamos a propiciar una auténtica cultura del encuentro que sitúe a las personas en el centro de su trabajo, por encima de otras condicionantes económicos, ideológicos o tecnológicos. Invocamos la ayuda de Dios y su bendición para sus personas y sus familias.