El presidente de Grupo San Roque, Mario Rodríguez, presentó ayer las nuevas instalaciones del Hospital San Roque Las Palmas de Gran Canaria tras las obras de reforma, rehabilitación y ampliación que, con una inversión de siete millones de euros, ha convertido al centro sanitario en paradigma de la modernidad hospitalaria en la sanidad privada canaria.
El Plan Director elaborado y ejecutado por el arquitecto Javier González-Jaraba, unió diseño e ingenio para lograr unir varios edificios independientes entre sí, alguno de ellos con más de 100 años de antigüedad, con el fin de integrar todos los servicios en una única infraestructura.
La ampliación se realizó en vertical, construyendo sobre las plantas antiguas y salvando los desniveles para obtener unidades espaciales propias de un hospital del siglo XXI, de carácter totalmente funcional y completamente accesible para personas de movilidad reducida.
Lo primero en abordar fue el área de Hospitalización: se crearon nuevas habitaciones, se aumentó el número de las individuales y se incrementó el tamaño de las dobles pero, sobre todo, se adaptó todo el hospital a personas con movilidad reducida, superando la normativa. Mientras ésta recomienda un baño adaptado por cada 30 camas; en Hospitales San Roque Las Palmas de Gran Canaria se han adaptado todos (167 camas), al entender que el confort de las personas ingresadas y sus cuidadores es el valor diferencial de la casa.
Se ha cuidado hasta el último detalle para garantizar comodidad y seguridad al usuario: en las habitaciones dobles, por ejemplo, el ingresado siempre tiene su ropero y pertenencias en su ángulo visual, de la misma forma que los familiares disponen de espacio y mobiliario para hacer más confortable su acompañamiento. Y en cuanto a los materiales, se eligieron por su calidad, calidez y durabilidad sin reparar en costos a corto plazo.
En los antiguos edificios, Hospitalización y Control de Enfermería estaban separados, por lo que se integraron buscando la sensación espacial de estar en un solo edificio, y se amplió el espacio destinado al Control de Enfermería para optimizar la atención y la accesibilidad.
En superficie, el módulo denominado ‘Las monjas’ se amplió en 2.000 m2 —las actuales segunda, tercera y cuarta plantas—, siendo la obra más costosa por las condiciones estructurales iniciales: además de salvar los desniveles con rampas imperceptibles y rehabilitar fachadas, muy antiguas, hubo que interconectarlo con el nuevo edificio de Consultas Externas.
Del mismo modo se reubicaron las especialidades de Medicina Interna, Neurología, Neurofisiología y Cirugía Plástica con el fin de garantizar discreción y tranquilidad a los pacientes; al igual que los laboratorios, ahora integrados en un mismo espacio hospitalario y muy próximos a los quirófanos, una demanda del personal sanitario con resultados muy positivos.
Radiología, el corazón de todo centro sanitario
Las pruebas diagnósticas son fundamentales para detectar qué patologías tienen los pacientes, ya bien sean atendidos en Urgencias, en régimen ambulatorio o aquellos que están hospitalizados. La naturaleza estratégica de este Servicio implica que debe estar espacialmente bien ubicado para favorecer tanto la eficiencia del trabajo del personal sanitario como la comodidad de los usuarios.
El servicio de Diagnóstico por Imagen de Hospitales San Roque Las Palmas fue el primero en incorporar una Resonancia de Alto Campo 3 Teslas ─hoy en día única en la provincia─ y una Resonancia Abierta de Muy Alto Campo ─única en el Archipiélago y una de las pocas que hay en España─ que permiten realizar exploraciones de alta resolución no invasivas y obtener imágenes seccionales en cualquier plano del espacio mediante el procesamiento informático de las ondas electromagnéticas que emiten los núcleos de los átomos sometidos a un campo magnético.
Con motivo de las obras necesarias para alojar el cambio de las dos resonancias magnéticas, se aprovecho para reubicar eficientemente los espacios de atención al paciente y ampliar aquellos que requerían las nuevas máquinas, como los mamógrafos.
Así, se cambió la zona de Recepción para que los usuarios tuvieran acceso también desde la calle trasera (Dolores de la Rocha), facilitando el trasiego de entrada y salida, y la de Control para mejorar la visibilidad; igualmente se ampliaron significativamente las salas de espera, se separaron de las zonas de tratamiento, se dividieron en tres según la prueba diagnóstica a realizar y se dotaron de aire acondicionado con un resultado inmediato de mayor confortabilidad pero, sobre todo, se pusieron a nivel de calle.
Por otra parte, se consiguió un espacio con luz natural en la zona del TAC, logrando la calidad ambiental que requiere un hospital del siglo XXI tanto para el personal como para los usuarios.
