Se habían desplazado hasta el país del Cáucaso para formalizar un supuesto contrato de exportación de aceite de oliva
Dos de los arrestados actuaron de “gancho” entre los autores del rapto y las víctimas, y el tercero se ocupó de recoger el ingreso bancario exigido para su liberación
Al llegar al país asiático fueron conducidos a una vivienda donde bajo amenazas les obligaron a pagar una serie de gastos para recuperar su libertad
Málaga (Andalucía - España), 05 de marzo de 2016 / Sucesos - presunta implicación en el secuestro de tres empresarios españoles en Armenia / Gabinete de Prensa.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas por su presunta implicación en el secuestro de tres empresarios españoles en Armenia. Las víctimas habían viajado hasta ese país para formalizar un contrato de exportación de aceite de oliva. Al llegar a su destino fueron recibidos con tipo de atenciones, pero finalmente los llevaron a una vivienda donde, bajo amenazas, fueron obligados a pagar una serie de gastos para recuperar su libertad.
“Ganchos” en España
La investigación se inició el pasado mes de octubre cuando se personaron en la comisaría de Málaga los directivos de una aceitera malagueña denunciando el secuestro que habían sufrido tres representantes de su mercantil en Armenia, del que ya habían sido liberados. Los denunciantes informaron a la Policía que los directivos habían viajado hasta Yerevan (Armenia) para firmar un contrato de exportación de aceite de oliva y que, una vez allí, habían estado secuestrados por los supuestos responsables de la empresa de aquel país con la iban a firmar el acuerdo.
Una vez conocidos los hechos, los agentes iniciaron las primeras indagaciones y averiguaron que había dos personas de origen español que actuaban como “ganchos”, presentándose ante las empresas como socios de los financieros armenios. Estos sujetos ofrecían a los empresarios un negocio de exportación o de compraventa que les dejaría unos suculentos beneficios. Parte del engaño consistía en que el pago debía realizarse en una entidad de Armenia, debido a que no podían sacar tanto dinero por la legislación vigente, con lo que conseguían vencer la resistencia de las víctimas a viajar.
La información obtenida permitió a los investigadores localizar y detener en España a tres participantes en la trama del secuestro. Uno de ellos fue el responsable de recoger el ingreso bancario exigido por los captores en Armenia para liberar a los empresarios y los otros dos los que actuaron de “gancho”, poniendo en contacto a los falsos empresarios armenios con la mercantil española y que además, acompañaron a los empresarios secuestrados en su viaje a Armenia para darle más veracidad al falso negocio.
Dinero a cambio de su libertad
Las víctimas manifestaron que fueron recogidos en el aeropuerto de Yerevan y trasladados en vehículos de gama alta hasta un hotel que era supuestamente propiedad de un familiar de los anfitriones. Allí les informaron de que se alojarían en dicho establecimiento y que no tenían que abonar nada durante su estancia, ya que todos los gastos correrían a su cargo.
Al día siguiente fueron recogidos con el fin de trasladarse hasta la entidad bancaria para formalizar los contratos y abrir las cuentas bancarias para el pago de las mercancías. En lugar de eso, los llevaron hasta una vivienda donde les arrebataron los teléfonos móviles y los ordenadores personales. Bajo coacciones -les amenazaron con poner sus huellas dactilares en paquetes de lo que parecían ser sustancias estupefacientes que posteriormente entregarían a la policía Armenia-, consiguieron que los retenidos accedieran a realizar gestiones para pagar lo exigido y recuperar su libertad.
Conseguido el objetivo los empresarios fueron de nuevo traslados al hotel en que se habían registrado a su llegada con la advertencia de no contar nada de lo ocurrido o tomarían represarías contra ellos. Además tuvieron que hacer frente al pago de su estancia en el establecimiento hotelero para poder recuperar su documentación, que también les había sido retirada, así como gestionar el billete de avión de vuelta a España.
Durante las investigaciones se ha conocido la existencia de otros dos casos similares. En uno de ellos fue víctima de secuestro un empresario de Barcelona. En el otro, tres empresarios extremeños estuvieron a punto de viajar, pero en el último momento abortaron la operación.
La operación ha sido llevada a cabo por la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta, el Grupo de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Málaga y el Grupo 1º de Crimen Organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Barcelona.
Dos de los arrestados actuaron de “gancho” entre los autores del rapto y las víctimas, y el tercero se ocupó de recoger el ingreso bancario exigido para su liberación
Al llegar al país asiático fueron conducidos a una vivienda donde bajo amenazas les obligaron a pagar una serie de gastos para recuperar su libertad
Málaga (Andalucía - España), 05 de marzo de 2016 / Sucesos - presunta implicación en el secuestro de tres empresarios españoles en Armenia / Gabinete de Prensa.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas por su presunta implicación en el secuestro de tres empresarios españoles en Armenia. Las víctimas habían viajado hasta ese país para formalizar un contrato de exportación de aceite de oliva. Al llegar a su destino fueron recibidos con tipo de atenciones, pero finalmente los llevaron a una vivienda donde, bajo amenazas, fueron obligados a pagar una serie de gastos para recuperar su libertad.
“Ganchos” en España
La investigación se inició el pasado mes de octubre cuando se personaron en la comisaría de Málaga los directivos de una aceitera malagueña denunciando el secuestro que habían sufrido tres representantes de su mercantil en Armenia, del que ya habían sido liberados. Los denunciantes informaron a la Policía que los directivos habían viajado hasta Yerevan (Armenia) para firmar un contrato de exportación de aceite de oliva y que, una vez allí, habían estado secuestrados por los supuestos responsables de la empresa de aquel país con la iban a firmar el acuerdo.
Una vez conocidos los hechos, los agentes iniciaron las primeras indagaciones y averiguaron que había dos personas de origen español que actuaban como “ganchos”, presentándose ante las empresas como socios de los financieros armenios. Estos sujetos ofrecían a los empresarios un negocio de exportación o de compraventa que les dejaría unos suculentos beneficios. Parte del engaño consistía en que el pago debía realizarse en una entidad de Armenia, debido a que no podían sacar tanto dinero por la legislación vigente, con lo que conseguían vencer la resistencia de las víctimas a viajar.
La información obtenida permitió a los investigadores localizar y detener en España a tres participantes en la trama del secuestro. Uno de ellos fue el responsable de recoger el ingreso bancario exigido por los captores en Armenia para liberar a los empresarios y los otros dos los que actuaron de “gancho”, poniendo en contacto a los falsos empresarios armenios con la mercantil española y que además, acompañaron a los empresarios secuestrados en su viaje a Armenia para darle más veracidad al falso negocio.
Dinero a cambio de su libertad
Las víctimas manifestaron que fueron recogidos en el aeropuerto de Yerevan y trasladados en vehículos de gama alta hasta un hotel que era supuestamente propiedad de un familiar de los anfitriones. Allí les informaron de que se alojarían en dicho establecimiento y que no tenían que abonar nada durante su estancia, ya que todos los gastos correrían a su cargo.
Al día siguiente fueron recogidos con el fin de trasladarse hasta la entidad bancaria para formalizar los contratos y abrir las cuentas bancarias para el pago de las mercancías. En lugar de eso, los llevaron hasta una vivienda donde les arrebataron los teléfonos móviles y los ordenadores personales. Bajo coacciones -les amenazaron con poner sus huellas dactilares en paquetes de lo que parecían ser sustancias estupefacientes que posteriormente entregarían a la policía Armenia-, consiguieron que los retenidos accedieran a realizar gestiones para pagar lo exigido y recuperar su libertad.
Conseguido el objetivo los empresarios fueron de nuevo traslados al hotel en que se habían registrado a su llegada con la advertencia de no contar nada de lo ocurrido o tomarían represarías contra ellos. Además tuvieron que hacer frente al pago de su estancia en el establecimiento hotelero para poder recuperar su documentación, que también les había sido retirada, así como gestionar el billete de avión de vuelta a España.
Durante las investigaciones se ha conocido la existencia de otros dos casos similares. En uno de ellos fue víctima de secuestro un empresario de Barcelona. En el otro, tres empresarios extremeños estuvieron a punto de viajar, pero en el último momento abortaron la operación.
La operación ha sido llevada a cabo por la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta, el Grupo de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Málaga y el Grupo 1º de Crimen Organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Barcelona.