A Coruña (Galicia), 09 de marzo de 2014 / Cartas al Director / Suso do Madrid
Uno de los síntomas más evidentes de desorientación en la sociedad española es el desgaste programado de la naturaleza y eficacia jurídica del matrimonio como institución indispensable para fundar la familia, que es el elemento básico para la salud de una sociedad. Una desorientación que experimentó un salto cualitativo en las regulaciones del denominado divorcio express y de la ley del mal llamado matrimonio homosexual de los gobiernos socialistas de Zapatero, y que ahora se ven apuntaladas por el Anteproyecto de ley de Jurisdicción Voluntaria del Partido Popular. Esta norma, al permitir que se puedan celebrar matrimonios y formalizar divorcios ante Notario, convierte al matrimonio en una de las formas de contrato menos protegidas de nuestra legislación, además de agudizar la deslegitimación de la dimensión institucional del matrimonio.
Como afirma el Foro Español de la Familia, esta iniciativa legislativa presentada por el Ministro de Justicia para su estudio, agravará más la caída en el número de matrimonios y alentará el incremento del número de rupturas matrimoniales. Los gobernantes y legisladores no deberían olvidar que el matrimonio, formado por la unión estable de un hombre y de una mujer, con vocación de permanencia y apertura a la transmisión de la vida, es la base de la articulación adecuada de cualquier sociedad. Sorprende una vez más que el Partido Popular se aleje del sentir mayoritario de sus votantes y de una correcta concepción del matrimonio como un bien jurídico que necesita, más en las actuales circunstancias, una especial tutela jurídica.