Girona, 21 de marzo de 2010 | Cartas al Director |Pedro J. Piqueras Ibáñez
Hoy, que los católicos celebramos la festividad de San José, santo a quien se le encarga la promoción de vocaciones, especialmente sacerdotales, me parece conveniente recordar, que con motivo del 150º aniversario del fallecimiento de san Juan Bautista María Vianney, patrón de los párrocos, Benedicto XVI convocó, el junio pasado, un "año sacerdotal". El Papa quiere promover, de este modo, la renovación interior de todos los sacerdotes, concitando la oración de los fieles.
En su carta de convocatoria Benedicto XVI alababa el sacrificio y entrega de miles de sacerdotes, un dato que no puede ignorarse; pero también deploraba la infidelidad de algunos. Ante estos casos, "lo más conveniente para la Iglesia no es resaltar las debilidades de sus ministros", sino agradecer el don de Dios plasmado en la generosidad de su gran mayoría. Pienso, que es importante que ante ciertas críticas sacadas de madre, sepamos ver, como nos recuerda el Papa, la generosidad y entrega de la gran mayoría.
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