jueves, 3 de junio de 2010

LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3 PUEDEN INFLUIR EN EL NEURODESARROLLO DEL NIÑO

Según se ha puesto de manifiesto en el 59º Congreso de la Asociación Española de Pediatría que se está celebrando en las Palmas de Gran Canaria


 Su déficit puede traducirse en una peor capacidad visual y mental.
 La alimentación en los países occidentales no garantiza el consumo de este nutriente en las cantidades recomendadas tanto en mujeres embarazadas como en lactantes.

 De hecho, se estima que un tercio de las gestantes no llega a la ingesta aconsejada.

 Estos ácidos se consumen fundamentalmente a través del pescado azul.

Gran Canaria, 3 de junio de 2010 | Medicina | Gabinete de Prensa.

Una nutrición adecuada es sinónimo de salud y cada vez surgen más evidencias que muestran la relación directa entre lo que comemos y la aparición de distintas enfermedades. Durante el 59º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que se está celebrando en Gran Canaria estos días, se ha puesto el énfasis en la correspondencia entre varios nutrientes y el desarrollo visual y cognitivo en el niño.

Como afirma el doctor Pablo Sanjurjo, presidente del Comité Científico del Congreso de la AEP, “la hipótesis en la que estamos trabajando es detectar qué nutrientes constituyen una herramienta terapéutica útil para prevenir los problemas mentales o por lo menos adquirir una salud mental más adecuada”. Las investigaciones que se han presentado apuntan a los ácidos grasos omega 3 como un elemento muy relacionado con la salud mental tanto del niño como del adulto.

“Por supuesto, hay otros compuestos –añade el doctor Sanjurjo- que también participan en el neurodesarrollo como el hierro, el zinc, el ácido fólico, los nucleótidos o los oligosacáridos. Los ácidos grasos w3 de larga cadena son imprescindibles porque el cerebro se nutre de los mismos, los necesita ya que forman parte de la masa cerebral. Un déficit de los mismos podría derivar en una peor evolución visual y cognitiva”.

“A nivel más especulativo, se está asociando la falta de ácidos grasos omega 3 al trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la depresión, el trastorno bipolar o esquizofrenia, Alzheimer aunque los resultados son todavía preliminares. En cualquier caso, -puntualiza este especialista- no sería la causa directa de estas enfermedades pero si podría influir en la aparición de las mismas”.

Recomendaciones

El organismo fabrica de forma endógena esta sustancias (sobre todo los ácidos grasos omega 3) pero en cantidades pequeñas “y parece ser que tampoco se consumen a través de la alimentación que se hace en la actualidad en los países desarrollados en las porciones aconsejadas. De hecho, en un estudio observamos que un tercio de las gestantes no llegan, por ejemplo, a tomar los ácidos grasos omega 3 de acuerdo con los valores recomendados: 200-259mg/día”. En lactancia, la sugerencia es de 10-15mg/por kilo.

Los especialistas apuntan dos grupos principalmente de riesgo, gestantes y lactantes, “donde se deben extremar y garantizar el consumo de estas sustancias ya que coinciden con el momento de desarrollo neurocognitivo. Así, es fundamental, recomendar a las mujeres embarazadas el consumo de pescado azul rico en ácidos grados omega 3 y a los bebes que no reciben leche materna el complementar la lactancia artificial con suplementos que incorporen hierro, zinc y ácidos grasos w3”. “De igual forma, -precisa- debemos proteger a niños con enfermedades metabólicas y prematuros garantizando la toma de estos nutrientes”.

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