jueves, 3 de junio de 2010

LOS PEDIATRAS ALERTAN DEL AUMENTO DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO

El 59º Congreso de la Asociación Española de Pediatría se celebra en las Palmas de Gran Canaria del 3 al 5 de junio

- Esto se debe a que se duermen menos horas de las recomendadas.
- Más de 4% de los estudiantes se adormila al menos dos veces en clase.
- Detrás de muchas conductas agresivas se esconden alteraciones del sueño.
- Si los problemas persisten en el tiempo pueden provocar problemas en el crecimiento y en su sistema inmunológico.

Gran Canaria, 3 de junio de 2010 |Medicina |Gabinete de Prensa.

El déficit de sueño que padecen los niños en la sociedad actual está provocando en los últimos años un aumento en la prevalencia de los trastornos del sueño en la población infantil. Así lo asegura el doctor Gonzalo Pin, coordinador de la Unidad Valenciana del Hospital Quirón, que ha participado en el Congreso Nacional que de la Asociación Española de Pediatría está celebrando estos días en Gran Canaria.

Este déficit conlleva múltiples problemas como disminución de la concentración, menor control de impulsos o dificultades de aprendizaje. Según explica el doctor Pin, “el 52, 8% de los estudiantes de secundaria duerme menos de ocho horas diarias, cuando lo aconsejable son nueve, lo que motiva, entre otras consecuencias, que el 4,3 % de los estudiantes se adormile más de dos veces en clase”.

“Asimismo, un niño que duerme mal se vuelve más agresivo, por ello hay que tener en cuenta que detrás de muchas de estas conductas que se dan en las aulas, se esconden problemas relacionados con la falta de sueño”, concreta este experto. “Si el déficit de sueño se vuelve crónico puede afectar al crecimiento normal del niño, y su sistema inmunológico puede verse afectado, con un porcentaje mayor de probabilidades de desarrollar catarros, gripes y otros procesos infecciosos”, apunta.

Los más frecuentes

Las principales alteraciones de los más pequeños son la falta de horas de sueño debido fundamentalmente a los horarios familiares que les impide dormir lo que necesitan, los trastornos respiratorios del sueño (entre un 2-3% tiene apneas del sueño y hasta un 10% ronca de manera habitual), el insomnio y las parasomnias. “Las pesadillas están presentes hasta en un 30% de los niños desde los dos años; los terrores nocturnos, muy comunes entre los 3 y 6 años y se suelen manifestar en niños con antecedentes familiares; y el sonambulismo, que habitualmente aparece entre los siete y los doce años”.

El insomnio es uno de los síntomas más frecuentes en los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). “Se trata del caso más especial de alteraciones del sueño en menores, ya que más de la mitad de los niños que padecen TDAH presentan dificultades para conciliar el sueño, somnolencia diurna, aumento de la inquietud motora durante el sueño y mayor número de ciclos de sueño”. El hecho de no dormir puede alterar el sistema nervioso central y, por tanto, comenzar a desarrollar síntomas del TDAH. “De hecho, algunos niños que son diagnosticados de TDAH, en realidad lo que tienen es falta de sueño”.

Educar para dormir bien

Ante la continuada presencia de alteraciones del sueño, este experto recomienda que se consulte con el pediatra: “si los padres observan una mayor irritabilidad, cambios en el carácter, o los episodios se repiten con mayor frecuencia sobre todo a edades en las que ya no es habitual, deberán llevarlos al pediatra para que trate estos problemas o para que sea derivado a una unidad especializada en sueño".

En opinión de este experto, la mayor parte de los casos de insomnio en la población infantil están relacionados con “una mala educación de los hábitos del sueño”. En este sentido, “es recomendable enseñar al niño desde pequeño cuál es la hora de acostarse y de levantarse, crear un ambiente relajado en ese momento, establecer horarios para cada comida, para la higiene personal y para el juego, así como limitar los horarios de consumo televisivo ”.

El doctor Pin señala que es muy importante que padres, tutores e instituciones educativas y sanitarias "se impliquen a la hora de potenciar e inculcar los buenos hábitos de sueño y su importancia principalmente en los primeros años de vida, que es cuando se adquieren”. En este sentido, añade “que potenciar la siesta hasta los cuatro años es esencial”.

No hay comentarios: