Mostrando entradas con la etiqueta Cáceres (España). Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cáceres (España). Mostrar todas las entradas

martes, 11 de noviembre de 2014

Creados para la vida eterna

Cáceres (España), 11 de noviembre de 2014 / Cartas al Director / Juan García Rodriguez

Hace nueve días que celebramos el día de los Fieles Difuntos, bella fiesta cuyos orígenes se remontan a los orígenes mismos de la Iglesia, que reza por los que han muerto, con la esperanza de que sean acogidos cuanto antes en la Casa del Padre. El día anterior, la víspera, el 1 de noviembre, celebramos la fiesta de Todos los Santos. “En la casa de mi Padre hay muchas moradas”, dice Jesús en un pasaje evangélico que nos sitúa frente al auténtico sentido y destino de nuestra vida: haber sido creados para la vida eterna.

sábado, 25 de octubre de 2014

“Misa de los abuelos”

Cáceres (España), 25 de octubre de 2014 / Cartas al Director / Juan García Rodriguez.

El creciente riesgo de exclusión social de ese creciente sector de la población, como denunciaba el domingo 28 de septiembre el Papa Francisco en la multitudinaria “Misa de los abuelos”. El Papa recordaba el cuarto Mandamiento de la Ley de Dios que ordena honrar al padre y a la madre y señalaba que no hay futuro para los pueblos si no se produce el encuentro entre generaciones. Los últimos datos nos indican que en España, a pesar de la separación de tantas parejas que olvidan sus promesas matrimoniales, se está recuperando el valor de la familia entre las nuevas generaciones, al tiempo que la propia crisis económica ha revalorizado la función de los abuelos, por encima de las crisis familiares. En este sentido, éste Día Internacional de los Mayores nos recuerda que cuanto más se avance en la convivencia entre generaciones, mejor podrá respetarse el valor de la vida como motor del progreso de la sociedad.

jueves, 23 de octubre de 2014

La división en la Iglesia es uno de los pecados más graves

Cáceres (España),  23 de octubre de 2014 / Cartas al Director / Juan García Rodriguez

“La Iglesia la formamos pecadores que experimentamos cada día las propias fragilidades y las propias miserias. Sin embargo, la Iglesia es ‘una’ y ‘santa’, como afirmamos en el Credo”, explicó el Obispo de Roma en la Catequesis del miércoles, 27 de agosto. La Iglesia, prosiguió, es una porque tiene su origen en Dios uno y trino, misterio de unidad y de comunión plena y es santa porque está fundada en Jesucristo, animada por su Santo Espíritu, colmada de su amor y salvación. Francisco manifestó que “la experiencia nos dice que son muchos los pecados contra la unidad. A veces nuestras parroquias, llamadas a ser lugares de comunión para compartir, son tristemente marcadas por la envidia, los celos, las antipatías…Y las habladurías están en la boca de todos. Pero esto ¡no es la Iglesia! Esto no se debe hacer. Es humano, ¡pero no es cristiano!

Esto sucede cuando apuntamos a los primeros puestos; cuando nos ponemos en el centro, con nuestras ambiciones personales y nuestras formas de ver las cosas, y juzgamos a los demás; cuando nos fijamos en los defectos de los hermanos, en lugar de sus cualidades; cuando damos más importancia a lo que nos divide en lugar de aquello que nos une, afirmó. Por esto el Papa instó a hacer un serio examen de conciencia. “En una comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves, porque la hace signo no de la obra de Dios, sino del diablo que por definición es aquel que separa, que arruina las relaciones, que insinúa prejuicios –manifestó-. Dios, en cambio, quiere que crezcamos en la capacidad de acogernos, de perdonar y de querernos bien, para parecernos cada vez más a Él, que es comunión y amor. En esto está la santidad de la Iglesia: en el reconocerse a imagen de Dios, colmada de su misericordia y de su gracia”. Acabada la primera parte del Sínodo de la Familia y después de ver como se ha desarrollado, parece que estas palabras se pueden interpretar en clave.