Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC), afirma que “este seis de diciembre no es el cumpleaños, sino el funeral de la Constitución. La parte del acuerdo político que se plasmó en la Constitución, relativa a derechos sociales y al uso de la riqueza subordinado al interés general, ha sido unilateralmente derogada de facto por los poderes económicos y el bipartidismo. Por lo que mañana toca llevar luto por la Constitución”.
Trujillo señala que “los condicionantes externos del enfrentamiento este-oeste de la época de la Transición ya no existen. Ya no hay Constitución social, ni contexto sociopolítico que exija el cumplimiento de los derechos sociales recogidos en nuestra Carta Magna. No es posible exigir la materialización de los derechos constitucionales a la vivienda y el empleo, por ejemplo, o que los recursos del país se destinen prioritariamente a satisfacer los derechos básicos de la ciudadanía”.
Para el portavoz de IUC, “estamos viviendo un proceso de constituyente que cuestiona y niega la obligación del Estado de proporcionar pensiones públicas dignas, sanidad y educación públicas universales y de calidad, así como condiciones de trabajo decentes. Esto se completa con la cesión de soberanía a instituciones de la Unión Europea con serios déficits de legitimidad democrática y, en el contexto actual de deterioro de las condiciones de vida, con la promulgación de leyes autoritarias para reprimir la protesta social y reducir la democracia”.
Desde IUC, se plantea la “necesidad de acelerar e intensificar el proceso de acumulación de fuerzas para alcanzar un proyecto de país con una Constitución que blinde los derechos sociales, el uso social de la riqueza y garantice una democratización radical del espacio público”.
