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martes, 7 de octubre de 2014

Un Sínodo para una grave situación

Cáceres (Extremadura), 07 de octubre de 2014 / Cartas al Director / Juan García Rodriguez 

Roma acoge desde el 5 al 19 de octubre el Sínodo extraordinario de los obispos sobre la familia. Pocos acontecimientos eclesiales han despertado un interés mediático tan grande en los últimos años, aunque a menudo se ha puesto el acento en cuestiones parciales o secundarias. Como suele ser habitual se da la mayor importancia a cosas parciales, en este caso para buena parte de la opinión pública éste es sólo el Sínodo en el que se debatirá sobre la comunión sacramental a los divorciados vueltos a casar por lo civil. Es un tema que tiene su importancia, especialmente en algunos ámbitos de Centroeuropa, pero los temas en estudio serán mucho más amplios y de fondo. En todo el mundo, ya no sólo en Occidente, la familia atraviesa una crisis de proporciones mayúsculas que genera una tremenda carga de sufrimiento en millones de personas y un impacto devastador en las sociedades. Ahí es donde hay que encontrar una salida humana y por tanto cristiana

martes, 4 de marzo de 2014

La familia ahora


Girona (Cataluña), 04 de marzo de 2014 / Carta al Director / Enric Barrull Casals

La Asamblea General extraordinaria del Sínodo de los obispos que se celebrará en Roma el próximo mes de octubre, abordará los retos pastorales de la familia en el contexto de la nueva evangelización. Recuerdo que el Papa pide oraciones a todas las familias porque este es un acontecimiento extraordinario de toda la Iglesia, no solo de quienes van a participar directamente en él. Una Asamblea Sinodal extraordinaria, a la que le seguirá un año después otra Ordinaria sobre el mismo tema, y en ese contexto, en septiembre de 2015, tendrá lugar también el Encuentro Mundial de las Familias, en Filadelfia.

En la familia, como apunta el Papa en su Carta, se comparten muchos momentos inolvidables. Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús. Es Él quien nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino; quien nos da el Pan de Vida, que nos sostiene en las fatigas de cada día. La familia ya está presente de muchas formas en el corazón de la Iglesia, pero si cabe lo va a estar ahora de manera más intensa en todo este tiempo que se avecina. Será un recorrido apasionante, un camino no exento de dificultades en el que la Iglesia debe saber discernir adecuadamente y adoptar los medios pastorales oportunos para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen el Evangelio.