Málaga, 5 de marzo de 2010 |Cartas al Director | Inés Robledo Aguirre.
La crisis es el tema actual en nuestros días, pero está arrastrando otra crisis que los periodistas en varios medios de información están analizando sobre crisis de fe, o sobre el resurgir de esa fe, lo van descubriendo a través de actitudes, manifestación en rezos, plegarias o confianza en Alguien que les pueda ayudar.
En estas entrevistas, se manipula algo, al menos, a mi me lo parece, cuando acuden a personas que en su mayoría, que no todas, aclaran no ser practicantes, pero sí ponen sus ojos en Dios esperando una respuesta. Parecen querer anular los signos y las creencias, creer en un Dios misericordioso, pero no seguir sus enseñanzas, sus preceptos, su doctrina, así me lo parece, confirmo.
En otra actitud las de otros en quien confío y comprendo, en esas personas que justo en estas fechas, la Semana Santa, les sirven para reflexionar, y poner en orden, situaciones, actitudes erróneas y cambian sus esquemas. La experiencia me da la razón.
Nuestros Cristos, nuestras Vírgenes, paseaban por nuestra calle el año pasado, calles abarrotadas de gente, se paraban con respeto ante nuestros tronos, yo vislumbré un mayor fervor, un silencio, un gran respeto, las personas se santiguaban al paso de las imágenes, se adivinaba en sus labios o en su mirada una oración, una súplica o un acto de agradecimiento. Todo esto puede ser fervor popular, pero de ahí nace la ilusión al ver sus imágenes y mirándolas puede surgir el deseo de querer comprender y recordar esa Pasión y empezar a vivirla con fe verdadera. Dios sabe más, y quizás esta crisis que está afectando a una gran mayoría, resuelva la indiferencia de tantos otros, y nos muestre el nuevo camino a seguir.
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