Baños de Valdearados (Burgos), 4 de marzo de 2010 | Cartas al director | Domingo Martínez Madrid.
Los precios de los productos agrarios han descendido desde los niveles récord alcanzados en 2008, pero sin embargo la crisis alimentaria continúa. Más de mil millones (1.020) de personas pasan hambre a diario, y la tendencia subyacente indica que la producción agrícola mundial no puede seguir el ritmo de la creciente demanda. Los 450 millones de pequeños campesinos del mundo pueden incrementar su producción, sacando a millones de familias de agricultores de la pobreza y ayudando a alimentar al planeta, si cuentan con el apoyo y las inversiones necesarias. Creo que una alianza mundial para la agricultura y la seguridad alimentaria puede ayudar a garantizar que lo consigan.
Cuando la crisis alimentaria golpeó el año 2008, el mundo se unió en la mayor operación de emergencia frente al hambre y la desnutrición en la Historia de la humanidad. Ahora que la crisis financiera golpea aún más fuerte a las víctimas del hambre, tenemos que mantener este esfuerzo sin precedentes para hacer frente a las necesidades alimentarias y nutricionales de las personas más vulnerables, al tiempo que se promueve la agricultura y a los pequeños campesinos, a los que hay que dotarles de medios de producción y de formación profesional.
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