Girona , 23 de marzo de 2010 |Cartas al Director | Enric Barrull Casals
Ante el ataque a la vida, a toda vida, que supone la Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo cabe asegurar que se trata de una ley injusta ya que "la vida, además de quedar demostrado biológicamente que se trata de un ser humano, es un don de Dios y nadie puede suprimirla directamente bajo ningún motivo”
Y es que la conocida como Ley del aborto libre, es una ley que atenta directamente contra la vida en los primeros estadios, pero ante los movimientos que se están dando en algunas Comunidades Autónomas, también hay que tener en cuenta que "en la etapa terminal, la vida y la muerte es digna si se respeta y se mima a la persona hasta su último suspiro". Sin duda son dos temas tan delicados y que afectan al bien del hombre y ante los que, "no podemos callar" aquellos que sabemos el valor de toda vida humana.
Respecto a los que consideran que defender la vida es una cuestión de la Jerarquía eclesiástica cabe decir que "la Iglesia no impone a nadie su forma de pensar, la fe no se impone, sino que se propone".
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