Los empresarios dedicados al ocio activo asociados a Estaciones Náuticas y Aetur manifiestan su descontento con el trato que vienen recibiendo por parte de algunos taxistas de la isla
Lanzarote, 23 de marzo de 2010 |Sucesos | Gabinete de Prensa.
Los asociados a las Estaciones Náuticas de Lanzarote y a Aetur dedicados al turismo de ocio activo desean manifestar su indignación por el trato que están recibiendo por parte de algunos taxistas de la isla. El descontento deriva de la relativa frecuencia con que los conductores profesionales de Lanzarote dificultan el trabajo de los agentes turísticos. Concretamente, obstaculizan el que sean los empleados de los centros de ocio deportivo quienes desplacen en vehículos destinados al transporte privado complementario a los clientes durante el desarrollo de las actividades contratadas.
Al hilo del acoso que sufren los trabajadores de las empresas dedicadas al turismo activo cuando desplazan a sus clientes, cabe señalar que hace un par de semanas dos taxistas pudieron retener el vehículo de Lanzarote Active Club, con la guía y los clientes en el interior. El episodio ocurrió el jueves 4 de Marzo, cuando la responsable de la empresa se disponía a recoger a unos turistas en el hotel Los Zocos y un par de taxis le bloquearon la salida colocando un coche delante de la furgoneta y otro en la parte trasera.
En un principio la conductora pensó que se trataba de una casualidad, pero al pedir a los taxistas que desalojasen la salida del hotel y que estos no atendiesen su petición entendió que se trataba de una de las tantas muestras de entorpecimiento a las que está acostumbrada. Además, pasados veinte minutos y una vez en carretera hacia el lugar donde comenzar el senderismo, la Policía Local le paró para inspeccionar la documentación del vehículo y la de los pasajeros, debido a la presunta llamada de un taxista que aseguraba que el coche no tenía los papeles en regla ni el permiso para transportar a clientes.
Procedimiento para el transporte de clientes dentro de las firmas de ocio activo
Habitualmente, las firmas que ofertan productos relacionados con el deporte y la naturaleza se hacen cargo del transporte de sus clientes y del material que estos requieran para la práctica del servicio contratado. Es decir, si los clientes han solicitado clases de windsurf, la empresa lleva a los turistas con sus respectivos neoprenos, tablas y velas hasta el spot donde se imparten las clases y los recogen al fin de la práctica para reconducirlos a su hotel.
Uno de los motivos por el que son los guías de ocio activo quienes desplazan a los clientes es el hecho de que los coches del servicio público difícilmente pueden transportar los materiales de grandes dimensiones empleados para la práctica de deportes (tales como bicicletas, tablas de surf, vela de windsurf, etc) y que los taxistas suelen negarse a conducir por caminos de tierra, la principal vía para alcanzar los puntos donde se practican el senderismo o el mountain bike. Asimismo, según aseguran los asociados de las Estaciones Náuticas y Aetur, los taxistas no permiten llevar bombonas de oxígeno, indispensables para la práctica del submarinismo, en sus vehículos.
Marco legal en que los empresarios transportan a sus clientes
El transporte de clientes de empresas de turismo activo es una actividad estrictamente legal según se desprende le la Ley de Ordenación de Transporte de Canarias. El artículo 72 dice así: “Cuando la realización de actividades de ocio y recreo, requiera no solo el desplazamiento de los clientes, sino también el desplazamiento de material especializado para llevarlas a cabo, como piraguas, tablas de surf, equipos de buceo, parapente y otros, con vehículos adaptados a la actividad, las empresas autorizadas de acuerdo con la legislación turística vigente podrán realizarlas por sí mismas previa obtención de una autorización de transporte privado complementario.”
“En todo caso, los vehículos adaptados deben ser de carácter mixto, con las zonas de pasajeros y carga totalmente independientes, en habitáculos separados sin posibilidad de comunicación entre ellas, y con una capacidad máxima de 9 personas, incluido el conductor, y con una capacidad de carga máxima de 3.5 kg, de MMA; el coste de este transporte debe formar parte del total percibido por la actividad contratada; y la autorización queda limitada a trayectos entre la sede de la empresa, los establecimientos hoteleros de hospedaje de los clientes y los lugares de realización de la actividad de ocio o recreo, con exclusión expresa de otros trayectos y, en especial, de los servicios a puertos y aeropuertos.”
En búsqueda de soluciones
El capítulo de hace dos semanas ha agotado la paciencia de los empresarios que intentan dar unos servicios de calidad a sus clientes en Costa Teguise y, fruto de ello, la gerente de Lanzarote Active Club interpuso una denuncia. Asimismo, el gremio turístico de Teguise ha solicitado una reunión con la concejal de Turismo, Rita Hernández, y la de la Policía, María Soledad Armas, con el fin de llegar a un acuerdo a nivel municipal para evitar controles sin necesidad a los coches portadores de la licencia XPC.
Además, los asociados de Estaciones Náuticas y Promotur quieren resaltar el trabajo realizado por las pequeñas empresas para la captación de turistas potenciales. Así, destacan su asistencia a ferias, con el derivado coste económico, para desplazar a extranjeros a la isla y hacen hincapié en el servicio de calidad ofertado durante la estancia de los visitantes.
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