viernes, 9 de abril de 2010

El Presidente activa el Plan de Emergencia contra la plaga de la Tutta absoluta en Agüimes

Hoy comenzó a trabajar la cuadrilla de trabajadores del Cabildo en las fincas tomateras de Agüimes, recogiendo y limpiando matos contaminados

Agüimes, 9 de abril de 2010 |Gabinete de Prensa |Gabildo Insular de Gran Canara.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez y sus consejeros de Arquitectura y Vivienda, Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Demetrio Suárez, y Empleo, Desarrollo Local e Igualdad, Isabel Guerra, dieron la bienvenida hoy, en Agüimes, a la cuadrilla de trabajadores del Cabildo que actuarán contra la plaga de la Tuta recogiendo y limpiando los matos contaminados de las fincas tomateras.

Esta acción se enmarca en el Plan que se activó de forma inmediata tras la reunión mantenida con FEDEX y los municipios afectados por la plaga la pasada semana.

Además de ésta, el Cabildo de Gran Canaria realizará otras acciones, todas ellas imprescindibles, para el adecuado control de la plaga, y que se detallan a continuación:

Cerramientos y dobles puertas

La incidencia de la plaga es directamente proporcional a la calidad y hermeticidad del invernadero, siendo recomendable instalar mallas con una densidad superior a 9x6 hilos/cm2, y reparando cualquier desperfecto ocasionado en la misma. La instalación de dobles puertas para disminuir el riesgo de entradas de plagas debido al trasiego del personal es fundamental.

Trampas

Existen 2 tipos básicos de trampas para el monitoreo de la tutta: trampas de feromonas y trampas de luz; también cabe la posibilidad de combinar ambos sistemas en una sola. La principal diferencia es que las de feromonas solo atraen a los machos tutta, ya que no existe ningún atrayente para la hembra en la actualidad, por eso han de usarse, según la situación, la trampa de luz, donde son atraídos tanto machos como hembras, sumando al monitoreo una función de reducción de poblaciones.

Control biológico

El control biológico, junto con el cerramiento del invernadero, forman los pilares básicos del control de la tutta. La suelta de insectos depredadores y parasitoides de la plaga conlleva un uso más racional de los pesticidas, reduciendo su uso considerablemente y usando materias activas compatibles con los auxiliares además de ser una medida más respetuosa con el medioambiente; esto implica numerosos beneficios entre los que destaca una mayor protección medioambiental y mayor seguridad alimentaria.

Control químico

El uso de químicos se ve reducido, en gran medida, por la suelta de insectos para el control de tutta, no en vano, en determinados momentos se hace necesario la aplicación de algún producto fitosanitario que combinado a los organismos de control biológico ayude a mantener la plaga por debajo de los umbrales tolerables de daño.

Gestión de residuos vegetales

Se hace esencial un buen manejo de los rastrojos generados durante todo el ciclo de cultivo y especialmente a la finalización del mismo. Durante la campaña, los restos de poda y deshojados que se han de sacar de la explotación, deberán hacerlo en un medio de transporte que garantice la no dispersión de la plaga. Una vez depositados en el lugar designado a tal efecto, se procederá a enterrarlos, quemarlos o taparlos correctamente con plásticos o mallas de densidad apropiada, por un tiempo no inferior a 3 semanas.

Barbecho

Tras la finalización del cultivo, se seguirán las normas dictadas para una adecuada retirada de restos vegetales y se efectuará una concienzuda limpieza de todo material vegetal susceptible de servir de reservorio a la tutta. Una vez hecho esto, se aplicará una desinfección a la estructura y se dejará el terreno en barbecho durante 6 u 8 semanas.

La polilla del tomate, Tutta absoluta, es la plaga más devastadora y de más reciente aparición del cultivo del tomate en Canarias. Esta plaga procedente de Sudamérica, se detecta en la Península, por primera vez, en el 2006, y ya en el 2010 protagonizó el cierre de varias empresas del sector tomatero en Canarias, señalándose como probable foco de entrada, las importaciones de tomate.

Se trata de un pequeño lepidóptero de color grisáceo, de entre 7 y 10 milímetros de longitud, que vive entre 7 y 10 días, y que, como principales características, cuenta con una alta reproductividad y tasa de fecundidad.

Con unas temperaturas de entre 20 y 30 grados centígrados, puede llegar a completar su ciclo en 15 y 20 días, alargándose hasta 120 días a 12 grados, lo que se traduce en que podrían resultar hasta 13 generaciones anuales.

Las hembras depositan más de 150 huevos a lo largo del ciclo en la parte aérea de la planta, preferentemente en las hojas tiernas, aunque también lo hace sobre los sépalos y sobre los tallos apicales; la larva al nacer penetra tanto en hojas como frutos y brotes, por este orden de preferencia.

En los frutos, el ataque comienza cuando están apenas cuajados, produciendo galerías en su interior que llevan a la putrefacción del mismo dejándolo totalmente inservible comercialmente.

En las hojas consumen el mesófilo dejando las epidermis intactas reduciendo drásticamente la superficie foliar y por tanto la actividad y rendimiento de la planta, especialmente con altas poblaciones de plaga.
Las galerías en los brotes impiden el crecimiento y desarrollo normal de la planta, pudiendo incluso ocasionar la muerte de la misma.

Tras pasar por cuatro estadios larvales, llega al estado de pupa formando un capullo, preferentemente semienterrado en el suelo, aunque también lo puede hacer en el envés de las hojas, o incluso en cualquier parte del invernadero donde pueda encontrar un pequeño refugio.

Con las condiciones climáticas de Canarias, no presenta parada biológica en invierno, pudiendo completar hasta 13 generaciones anuales según la temperatura.

No hay comentarios: