Ingenio, 17 de abril de 2010 |Crónica | Antonio Estupiñán Sánchez.
Profundo pesar causó el pasado óbito del vecino del Carrizal de Ingenio Luis Ramírez Cruz, persona muy querida, no sólo en su pueblo natal, sino en toda la comarca del sureste de Gran Canaria.
Luis Ramírez nació en 1.927, desde los primeros años de su difícil niñez, juventud y madurez, le sorprendió la guerra civil española y la segunda guerra mundial, quemando sus mejores años en una época mezclada entre el hambre y los racionamiento de los alimentos en aquellas tiendas de “aceite y vinagre”, por causas del bloqueo que fue sometido el territorio español por el pasado régimen franquista y posteriormente por los difíciles y duros años de la Pos-Guerra.
Así y todo Luis Ramírez pudo salir adelante en toda clase de trabajos y oficios donde lo compartió con su esposa doña Isabel Viera González, fruto de su matrimonio nacieron una nutrida prole de doce hijos compartidos por igual entre varones y hembras.
Luis Ramírez destacó en sus oficios desde sus comienzos laborales en el entonces comercio de la sal (donde esta zona del sureste, se encuentra una excelente calidad de sal), posteriormente, estuvo durante muchos años en la recogida de residuos (estiércol) en las vaquerías y granjas por aquel antiguo sistema de pago de “X Céntimos por cestas pedreras de estiércol”, ya cuando estos sistemas de vida campestre iba en decadencia, se cambió a su pequeña industria del arreglo, venta y alquileres de bicicletas, incluido otros productos de ferretería que con el paso de los años, dejó el mundo de los “dos ruedas” por la ferretería, constituyendo por esos años hasta nuestros días, en una de las mejores ferreterías en su género en Carrizal, y donde parte de sus hijos-as, ayudaron a su padre en el negocio ferretero.
Luis Ramírez Cruz, fue una excelente persona, amable, cordial, dialogante y servicial, acaparando la amistad y el agradecimiento de muchos vecinos del Carrizal y foráneos por su bondad y su buen corazón, indudablemente personas como Luis Ramírez, aparte de haber dejado un buen legado de nuestras viejas costumbres, hoy en plena decadencia, tuvo el privilegio de haber vivido en el pasado siglo XX como el siglo más importante de los dos milenios en materias de inventos hasta llegar a las más altas tecnologías en todos sus ramos como la era atómica y espacial de cara al nuevo siglo XXI, que acaba de comenzar.
Reiteramos nuestro pesar a su esposa doña Isabel Viera González e hijos Agustín, Maribel, Estrella, Esperanza, Luis, Víctor, Maricarmen, Ángel, Susi, Sili, Alberto y Daniel Ramírez Viera y demás familiares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario