Telde a, 15 de abril de 2010 |Opinión |Antonio Rodríguez de León .
Sr. Director:
Con Román llegó el escándalo, es el grito de guerra de varias empresas del transporte público, que después de invertir más de 100 millones de pesetas en la compra de guaguas, con las condiciones exigidas por la consejería de educación para el servicio del transporte público escolar, y participar en el concurso de 2008 al 2013 para acceder a las rutas que se ofertaban desde la Consejería de Educación, vieron como sus inversiones en la compra de guaguas adaptadas al concurso, quedaban sin salir de los garajes por tiempo indefinido, por una decisión política inapropiada y fuera de ley, para favorecer a dos empresas amigas, por quienes ostentaban el poder político en la mesa de contratación de la Consejería de Educación.
Todas las empresas afectadas por la pérdida de rutas, se están enfrentando al poder político, con una rebelión abierta y despiadada donde puede caer la cabeza de varios cargos de funcionarios y el fin de la carrera política de los máximos responsables del transporte público de Gran Canaria. Se han cometido varios delitos por abuso de poder, llevando a la ruina a varias empresas del sector para favorecer a otras que por ser amiga, no cumplían con los pliegos de condiciones para acceder a las diferentes rutas, y fueron las adjudicatarias, a pesar de las inmensas irregularidades que se demostrarán.
Tal vez fue la valentía mostrada por Rosa Delia Oliva, la más perjudicada de todas, que se enfrentó con razonamiento de ley frente a los abusos del alcalde de Telde y al Vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, ambos del partido político Nueva Canarias, quienes eligieron a Guaguas Melenara, como experiencia de demostración de fuerza para las otras empresas también perjudicadas.
Pero perdieron el miedo y ahora sólo se espera ver como se las arregla Román y su Nueva Canarias, ante la rebelión de estas empresas perjudicadas, a las que se les han negado rutas de colegios, por lo que se rebelan contra la Autoridad Única del Transportes, o lo que es lo mismo, contra Nueva Canarias y de quien da las órdenes a Rafael Pedrero de NC y Wenceslao Berriel de CC, con el beneplácito cómplice del Cabildo de Gran Canaria (PSOE).
El nefasto político Román Rodríguez por desgracia, es el cáncer que ha destruido Canarias, que junto a la Agrupación Tinerfeña Independiente, imposibilita cualquier proceso por lograr la unidad nacionalista de las islas del archipiélago. Están en proceso otras denuncias por fraude fiscal contra quienes han participado en esta trama de corruptelas, amparándose en los favores prestados en momentos puntuales al poder político del cabildo de Gran Canaria.
El fraude de los “floteros” del taxi, se quedará corto comparado con el fraude que viene efectuando algunas empresas del transporte público escolar (cercanas a Nueva Canarias), ante la falta de control y fiscalización por parte de la Autoridad Única del Transporte.
Quienes provocan el soborno no son los empresarios, sino aquellos que necesita el poder para medrar a costa de las extremas necesidades de la ciudadanía canaria. Por otra parte, Rosa Delia no parará hasta demostrar que el derribo del edificio la tortuga fue construido durante los años cincuenta del pasado siglo, se cometieron traiciones internas que colaboraron en beneficio de terceros, y casos parecidos existen intocablemente a pocos metros al sur y norte de Melenara.
Se va a demostrar la falta de sensibilidad para defender los intereses públicos por parte de Nueva Canarias, y con su presidente como máximo responsable en ejecutar proyectos económicos por encima del interés prioritario de las necesidades de pobreza de los canarios.
Fdo: Antonio Rodríguez de León
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