Girona, 1 de abril de 2010 |Cartas al director | Jesús Domingo Martínez
Estamos asistiendo al enésimo intento de desacreditar a la Iglesia, en esta ocasión incluso con un cierto enseñamiento en algunos lugares, especialmente en Alemania, para involucrar al Papa en los casos de sacerdotes pederastas, no obstante este intento ha resultado tan burdo como fallido.
En este caso se han dado todas las explicaciones pertinentes, pero para los que no tienen empacho en utilizar la mentira al servicio de la propaganda, ninguna explicación será suficiente, no obstante, la Iglesia, a pesar de la tempestad, continuará bajo la guía segura y rigurosa del Santo Padre poniendo en práctica una ruta clara consistente en condenar enérgicamente los abusos, reconocer la verdad, ayudar a las víctimas y reforzar la prevención y la colaboración de una manera constructiva junto a las autoridades. ¿No les parece un claro programa de actuación? A mí, sí.
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