miércoles, 30 de junio de 2010

Monos, sí. Bebés, no.

SALT (Girona), 30 de junio de 2010 | Cartas al Director | Jesús Martínez Madrid.


A partir del día 5 tendremos la misma libertad que los monos, mejor dicho que la que algunos otorgan a los monos, nos darán libertad sobre algo para lo que no tenemos libertad, nos darán la libertad, el derecho a matar a los más inocentes. Y es que resulta asqueante que los mismos que niegan el derecho de los niños no nacidos a vivir pretendan que se reconozca el derecho a la vida de los monos. Y no sólo a la vida, también quieren darles derecho a la libertad. ¿Cómo se puede dar libertad a algo que no tiene lo que la libertad exige? La libertad permite al individuo tomar sus propias decisiones. Pero la toma de decisiones requiere inteligencia. Y los monos no son inteligentes en el sentido humano del término.

Los monos tienen, eso sí, más capacidad de percepción y de interpretación de estímulos externos, pero no son inteligentes. No pueden pensar, ni hablar... por tanto no pueden decidir en el sentido humano. Y si no pueden ser libres en sentido humano es absurdo que se les conceda libertad. Además, si los monos tienen la misma libertad que los humanos, los humanos tenemos la misma libertad que los monos.

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