Madrid, 21 de junio de 2010 | Cartas al Director | Gabriel Roselló.
Sr. Director:
Neurosis, consumo de drogas, transmisión de enfermedades carnales, ansiedad y suicidio. Éstas son algunas de las secuelas que padecen las adolescentes que sufren la violencia sexual durante la niñez, además del desgarro psicológico. Las cifras producen estremecimientos. Una de cada tres chiquillas se resignará a un acto de violencia sexual antes de cumplir 18 años. Es fácil que el violador sea un miembro de la familia, un vecino o el prometido. Son las resoluciones de una investigación llevada a cabo por los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos en Swazilandia. Estas vejaciones están asociadas con un aumento significativo de sufrir depresión, tener ideas e intentos de suicidio, embarazos no deseados, complicaciones durante el mismo y abortos espontáneos, enfermedades de transmisión sexual, dificultad para dormir y consumo de alcohol.
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