Málaga, 19 de junio de 2010 | Cartas al Director | Elena Baeza
Sr. Director:
Joseph Blatter, ha hecho unas declaraciones diciendo que: “cualquier manifestación religiosa debe quedar fuera del fútbol”, o sea que no podrán santiguarse, ni elevar las manos al cielo. Tampoco podrán mostrar la camiseta que llevan bajo el uniforme. Ni católicos, ni musulmanes, ni hindúes…nada. La FIFA, el poder de este mundo, quiere expulsar a Dios del Mundial. La idea detrás de este “mundial laico” es simplemente “no incitar a la violencia”, tal como ha dado a conocer Andreas Herrenz, portavoz de la FIFA. ¿Pero cuando ha habido alguna vez un enfrentamiento en un estadio por un símbolo religioso?
Juan Pablo II definía al fútbol como “una forma de juego, simple y complejo a la vez, en el que la gente siente alegría por las extraordinarias posibilidades físicas, sociales y espirituales de la vida humana”.
En este sentido también el Padre Kevin Lixey, experto en deporte y religión ha comentado que “el fútbol es uno de los fenómenos que más pasiones despierta en el mundo, pero al mismo tiempo ayuda a “establecer relaciones fraternas entre los hombres de todas las clases, naciones y razas”, como dice el número 61 de “Gaudium et Spes”.
Por mucho que quieran apartar cualquier manifestación religiosa de los Mundiales, Dios está presente en ellos, porque Dios está Todo y en todo. Dios está en todas las cosas. Dios está en las alturas y en la profundidad.
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