Barcelona, 16 de agosto de 2010 | Cartas al director | Lole Bravo.
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, ofreció el trofeo de la Copa del Mundo recientemente ganado en Sudáfrica a la Virgen de Guadalupe, ante Mons. Diego Monroy, cumpliendo con la promesa dada en su última visita México: "Siempre que he venido a México he visitado la Basílica. Cuando vine a firmar el acuerdo para el partido ante México escuché misa y solicité una cosa, ¡ser campeón del mundo!, soy un egoísta, esas cosas no se piden y la madre de Dios me lo ha concedido". En la reciente fiesta mariana de la Asunción, muchos recordamos que en el Cielo tenemos una Madre enteramente disponible para nosotros y que es capaz de realizar milagros si nos conviene en lo humano y en lo divino para facilitarnos el camino, a veces tan arduo, de la vida.
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