Madrid, 23 de agosto de 2010 | Politica | Gabinete de Prensa del CDS - ASSOPRESS.
No hay que darle tanta importancia a unos hechos aislados protagonizados por un pequeño grupo de activistas radicales, con el beneplácito de la policía marroquí. De todos es conocido el interés de Marruecos por hacerse con Ceuta, Melilla e incluso con Canarias y hasta el sur de la Península Ibérica, si les hiciera falta, pero no es el momento, a ninguno de los dos países nos interesan las confrontaciones armadas, lo razonable es el diálogo, pero sin cesiones.
El Partido Popular como siempre, pretendiendo sacar rendimiento político de cualquier cosa, esta vez se ha dedicado a enrarecer el ambiente de nuestras relaciones políticas con Marruecos echando leña al fuego. La presencia primero del Vicesecretario de Comunicación Sr. González Pons, con sus declaraciones destructivas “dejación de funciones”, “ máxima tensión” y la del Ex-presidente Aznar, también con las suyas “política de acoso y dejadez”, no dejan lugar a dudas sobre la “política de tensión” contraproducente para España, que practica este partido, que presumía de diálogo y de centrismo hace unos años y que a éstas alturas todo se ha desvanecido por sus propios deméritos.
El Sr. Aznar en su visita a Melilla, aparte de sacar pecho y crispar, se hace la foto para seguir en el candelero de la actualidad, que le va de maravilla para su negocio de conferenciante de élite, pero nos complica en nuestras relaciones con el país vecino, no mide las consecuencias, actúa con egoísmo y con la misma frialdad con que actuó sobre Irak.
No sacaríamos nada, sino todo lo contrario, si se produjera un conflicto bélico con Marruecos por falta de diálogo y acuerdos ¿Irían los hijos de Aznar al conflicto o los hijos de los demás? ¿Que pasaría con nuestras inversiones en ese país? A todos nos gusta la paz, no debemos enturbiar nuestras relaciones diplomáticas, sin necesidad.
Más le vale al Sr. Rajoy, dejarse de emisarios, que dejan en entredicho su gestión como presidente del PP, debe arrimar el hombro y hacer política constructiva ayudando al gobierno proponiendo la creación de una Comisión Parlamentaria, que siga las relaciones con Marruecos –que a todos nos preocupan-, con el fin de ayudar al Ministerio de Exteriores, pues el ciudadano no es tonto y sabrá valorar esa actitud en su momento.
En el PP siempre hablan de las mentiras de los demás partidos, dedíquense Vds., a adecentar el suyo, que le vendría muy bien a este país tener una oposición seria y constructiva, que velara realmente –sin lucro partidario-, por los intereses de los ciudadanos y por la integridad del territorio español.
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