Los controladores y Aena sientan las bases del nuevo convenio colectivo
Madrid, 16 de agosto de 2010 | Hosteleria | HOSTELTUR - ASSOPRESS.
La amenaza de huelga ha dejado de planear sobre el futuro del sector, tras el acuerdo alcanzado entre la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), tras resolverse los principales escollos de un conflicto que ha durado más de cinco meses. El sector respira aliviado pero los efectos de las últimas semanas de incertidumbre serán inevitables.
Los contenidos del acuerdo firmado ayer, y que será sometido a la asamblea del USCA a partir de las semana que viene y en un máximo de siete días, giran en torno a los 12 puntos planteados por el sindicato. Se centran sobre todo a la jornada de trabajo que contemplaría cuatro días de trabajo y dos de descanso para el colectivo, lo que les permitiría "conciliar la vida laboral y familiar"; que, según el sindicato, “no existe ningún problema salarial”, puesto que va asociado a la jornada y por tanto, si se trabajan menos horas, se cobrará menos; y que los controladores plantean reducir las 1.670 horas (más 80 horas extra como máximo) de su jornada actual a 1.350 a partir de 2013, pero están dispuestos a trabajar los próximos dos años más horas, siempre que se haga de una manera "racional y consensuada".
Esas 1.670 horas anuales se corresponderán con 200.000 euros de sueldo medio –garantizado hasta el año 2013- estableciendo el acuerdo cuatro categorías de centros de trabajo (1.200 horas, 1.300 horas, 1.400 horas y 1.500 horas). Los turnos se organizarán en función de la carga de trabajo de cada dependencia, y en cuanto a los controladores mayores de 57 años, Aena se compromete a ofrecerles tareas no operativas.
El presidente de USCA, Camilo Cela ha comentado: “este acuerdo nos acerca a la legislación europea sobre la materia, teniendo en la inglesa una referencia muy clara. Ahora, de lo que se trata es mantener el tono dialogante de estas tres últimas jornadas, con el fin de entrar lo antes posible en la redacción del II Convenio Colectivo que regule las relaciones con la empresa en toda su extensión”.
Un daño irreversible
El sector no tardó en reaccionar, satisfecho por el acuerdo alcanzado, pero seguro de que el daño será irreversible. Desde la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes Españolas (Aedave), han lamentado que no se alcanzara dos meses antes, coincidiendo con el inicio de la temporada de verano, aunque su presidente José Manuel Maciñeiras, se alegró de que pone fin a las incertidumbres sobre posibles huelgas más allá de agosto.
En su opinión, aunque hay que felicitarse por el acuerdo, "el daño está hecho" y "sus efectos son intangibles" en la imagen del país como destino turístico y en la percepción del turista extranjero. "Esto va a exigir un esfuerzo especial y acciones promocionales en los países emisores en cuanto a publicidad y promoción". Por otro lado, Maciñeiras se planteó "hasta qué punto el derecho a la huelga pueda ser utilizado en beneficio de un colectivo más o menos numeroso y en perjuicio de todo un país", y consideró que debe estudiarse la conveniencia de regular la Ley de huelga para evitar este tipo de amenazas que pueden desmoronar a un sector clave.
Una reflexión similar hizo el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Ramón Estalella, considerando que colectivos representativos de una serie de servicios esenciales, como todo el personal vinculado a los aeropuertos -controladores, pilotos, servicios de tierra- deberían tener una regulación diferente en su derecho de huelga, para que no puedan poner en jaque a todo un sector trascendental para la economía española.
Estallella calificó de "fundamental que funcionen los aeropuertos y transmitir seguridad a los turistas", pues uno de los "elementos diferenciales" del turismo español frente al de otros países es la seguridad, y las cancelaciones y los retrasos pueden acabar minando la confianza en ese aspecto, que consideró de "importancia vital".
Por último, espera que el pacto genere la confianza suficiente entre los turoperadores para "compensar" el daño hecho hasta ahora con la amenaza de huelga. "Confiamos en que se retome la favorable tendencia que registraba el sector, en el que puede ser el año de su recuperación", dijo.
Indicadores de vuelta a la normalidad
Desde que los controladores anunciaron que no habría huelga en agosto, las agencias notaron la vuelta a la normalidad en las reservas, que se habían paralizado durante un tiempo. Sin embargo, en los días de incertidumbre, agencias y hoteleros alertaron de que las reservas se estaban desviando peligrosamente hacia otros destinos y este aspecto ya no tiene vuelta atrás, aunque suponga un daño menor respecto a lo que hubiera representado la huelga real en plena temporada alta.
Como publicó HOSTELTUR en plena crisis desde la Federación Española de Agencias de Viaje (FEAAV), su presidente, Rafael Gallego expresó ayer su preocupación por que el paro hubiera conducido a una interrupción de la temporada, en un momento en que las reservas tardías parecía que iban a favorecer a los destinos españoles. Eso sí, un aspecto negativo que señaló entonces Gallego, los efectos negativo sobre la temporada alta en Canarias, que comienza en septiembre, parece que finalmente no se producirán, diluida la amenaza de huelga en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario