Tenerife, miércoles 29 de septiembre de 2010 | CUIS-CANARIAS.
Este gusano que ven en la foto (y no nos referimos al rabo de la vaca), digno heredero político de lo más rastrero y vil que parió la burguesía criolla cuando, llegado el fin del franquismo, se apresuró a desembarazarse de las viejas camisas azules y las antiguas “inquebrantables lealtades” al Régimen, para trocarlas en un “novedoso e ilusionante” engendro que hundía sus raíces en un baboso populismo ínsulo/regionalista despojado de cualquier veleidad subversiva contra la Metrópolis; este sujeto, que resulta ser la punta de lanza de una de las expresiones más genuinas de lo peor de la oligarquía pedigüeña isleña, no ha querido “pasar desapercibido” en una oportunidad tan propicia como es la Convocatoria de Huelga del 29-S.
Por ello, y para que las cosas quedaran bien claras a quien pudiera albergar alguna sombra de duda acerca de cuál es la posición de Coalición Canaria ante las “reformas laborales”, y su posición, igualmente, ante las movilizaciones de resistencia convocadas (lo mismo que ante aquellas otras que puedan convocarse en el futuro), ha decidido emular a su conmilitona ideológica madrileña, la fascista Esperanza Aguirre, por lo que ayer mismo, con la antelación de un día previo a la Huelga (sin duda para asegurarse de que no hubiera ninguna posibilidad material de tumbarlo vía impugnación) se “sacó de la manga” un nuevo “Decreto de Servicios Mínimos”, en cuya virtud, revocando el inmediato anterior, fija éstos, unilateralmente, en un totalmente ilegal 40%, de obligado cumplimiento para todos aquellos trabajadores y trabajadoras empleadas en los denominados “servicios esenciales”: esto es, en todos aquellos sectores (transportes, sanidad, servicios portuarios y aeroportuarios, etc.) que se suelen utilizar por los medios de comunicación, durante las primeras horas, como parámetros para medir el éxito o fracaso de la Huelga.
En el sector de la sanidad pública, han tenido incluso la desfachatez de nombrar como “servicios mínimos” a notorios dirigentes sindicales, quienes incluso (en algún caso) pertenecen al Comité de Huelga, por lo que su designación resulta claramente ilegal. Habiendo sido advertida la Administración de tal irregularidad, su respuesta ha sido ratificarse en la orden cursada, “advirtiendo”, además, de que el no cumplimiento de la misma aparejaría gravísimas consecuencias disciplinarias para “el incumplidor”.
Don Paulino puede estar contento: probablemente tendrá (ya lo está teniendo) su “lugar bajo los focos” de los medios de comunicación de la Metrópolis: “Paulino y Esperanza, CC y PP… ahí es nada!”.
Esto no puede quedar así. Procuremos entre todos y todas que se traguen su soberbia a paletadas.
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