• Los 15.000 empleados podrán tener la “firma de voz” a final de año
• La entidad estudia su aplicación para clientes de banca telefónica
Madrid, 21 de septiembre de 2010 | Economía | Gabinete de Prensa - Redacción.
Caja Madrid ha implantado un nuevo sistema de identificación de usuarios que reconoce a las personas por su voz y que añade nuevas medidas de seguridad. Este sistema biométrico está diseñado, inicialmente, para uso interno, aunque la entidad estudia incorporarlo a su operativa de Banca Telefónica.
Los empleados podrán reactivar sus claves de acceso personales a sus equipos informáticos a través de una simple llamada telefónica. Ante el olvido o pérdida de la tarjeta individual de acceso, el usuario puede recurrir a este innovador servicio que, no sólo refuerza la seguridad sino que además ahorra tiempo y dinero, ya que elimina el tradicional medio de resolución de incidencias que precisa de atención personal de un operador. Actualmente ya hay más de 1.000 empleados utilizando este sistema, que se extenderá a toda la plantilla a final de año.
La solución VocalPassword que utiliza Caja Madrid ha sido desarrollada por la empresa Persay, líder en el sector de productos biométricos de reconocimiento de locutor y supone un proyecto pionero dentro del sector financiero.
Incremento de la seguridad
El funcionamiento es sencillo. Para tener disponible esta prestación, el usuario debe darse de alta en el servicio efectuando una llamada telefónica. El proceso consiste en repetir varias frases, para que se registren automáticamente los distintos modelos de voz. Una vez recogida la grabación asociada al usuario, el sistema calcula y almacena los parámetros biométricos de la voz para su posterior reconocimiento (firma de voz).
Actualmente, cada empleado tiene un doble sistema de identificación para acceder a los sistemas informáticos. Se realiza a través de una tarjeta con chip que identifica al usuario (al introducirla en el teclado del ordenador), seguida de la introducción de una “contraseña”, lo que imposibilita la suplantación de personalidades.
En caso de que el usuario no tenga su tarjeta u olvide su contraseña, el reconocimiento por voz, le permitirá acceder a los sistemas informáticos, reactivar su tarjeta, en caso de que esté bloqueada, o solicitar una nueva.
Este proceso aporta dos ventajas: Por un lado, agiliza la identificación ya que se realiza de manera automática y por otro, refuerza la seguridad, al no ser posible que otro persona pueda suplantar al usuario. (Ya que nunca tendría la misma firma de voz).
Caja Madrid espera que los 15.000 empleados de la entidad puedan acceder a esta tecnología a finales de año, lo que constituye el primer peldaño para ampliar su utilización a otras aplicaciones internas, y posteriormente a su desarrollo en la Banca Telefónica.
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