Barcelona, 1 de septiembre de 2010 | Cartas al Director | Eva N Ferraz.
La castidad no sólo es posible, sino necesaria para un sano equilibrio interior. Y esta realidad, refrendada en las últimas encuestas norteamericanas, en las que un 70% de padres y adolescentes consideraban la continencia hasta el matrimonio como el mejor modo de vivir la sexualidad juvenil, ha sido ocultada por Obama. ¿Será porque las multinacionales de la anticoncepción y de los preservativos, tienen un peso enorme en la financiación de los partidos?
Pero la experta en temas de adolescencia, Lisa Rue y la asociación FOIA para la libertad de información, acusaron a la administración de ocultar parte de los resultados. Ya hace años, la mayoría de los estudiantes demandaron que se les enseñase cómo vivir la castidad, después de las propuestas fraudulentas que durante décadas exaltaron la promiscuidad y les abocaron a una vida desgraciada.
Los mandamientos cristianos 6º y 9º, protectores del amor humano, enseñan que sólo la pureza puede elevar el amor a sus más altas cotas, aquellas en las que interviene la parte espiritual del hombre. Aunque muchas de nuestras autoridades se empeñen en engañar a las nuevas generaciones llamando "amor", al instinto más bruto.
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