martes, 25 de enero de 2011

La temperatura del agua en el Atlántico subtropical disminuye por la acción del viento

El estudio se ha publicado en ‘Journal of Physical Oceanography’


La temperatura del agua situada en el Atlántico subtropical experimentó un descenso de 0,15ºC entre 1998 y 2006. Así lo revela un estudio liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) que sugiere que la circulación causada por el viento podría ser responsable de este “inusual” comportamiento.

Madrid, 25 de enero de 2011 | Ciencia | Gabinete de Prensa.

Mientras que de 1957 a 1998, la temperatura del agua de esta zona, situada a lo largo del paralelo 24,5º norte, desde la costa Africana hasta el Caribe, aumentó 0,27ºC, los investigadores han registrado un descenso de 0,15ºC de 1998 a 2006 en la misma área.

“En el océano hay ciclos de cambio muy pronunciados, y por tanto, cambios como los ocurridos en las coordenadas analizadas pueden volver a ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento”, recalca a SINC Pedro Joaquín Vélez Belchí, autor principal e investigador en el Centro Oceanográfico de Canarias del IEO.

Según el estudio, que se ha publicado recientemente en Journal of Physical Oceanography, este fenómeno no estaría vinculado con el cambio climático. “Los mecanismos de variabilidad naturales del océano son mayores de lo que pensamos”, manifiesta Vélez Belchí. El equipo baraja varias hipótesis para explicar el cambio de
temperaturas.

Para los científicos, este enfriamiento podría deberse a “la circulación forzada por el viento”. “Cambios en la estructura global de los vientos en el Atlántico norte provocan oscilaciones en la capa superficial del océano que se pueden sentir hasta los 2.000 metros de profundidad”, apunta el experto.

Sin embargo, los científicos descartan la hipótesis del deshielo a pesar de que algunas masas de agua, con origen en el Antártico y el Mediterráneo, influyen en la zona analizada. El descenso de la temperatura “debería haberse observado claramente en las zonas cercanas al Polo Norte”, asegura Vélez Belchí. Y no ha sido así.

Los científicos midieron la temperatura y la salinidad de tres capas oceánicas: aguas de termoclina (300-800 metros), océano superficial (600-1.800 metros) y aguas intermedias (800-1.800 metros). La salinidad registró un comportamiento “similar” ya que va siempre asociada a la temperatura.

Una nueva imagen del océano

El equipo de investigación combinó dos metodologías: la medición por estaciones realizadas desde buques oceanográficos, y la red Argo. Con esta red, compuesta por 3.000 indicadores en todos los océanos, se obtiene “una nueva imagen del océano superficial”. España participa con el programa Argo-España.

A través del nuevo sistema, los científicos elaboraron secciones sintéticas para cada año (realizadas desde el laboratorio con datos de las boyas de la red Argo), y analizaron la variabilidad anual para 2005, 2006, 2007 y 2008. “Desde 2006 a 2008 no ha habido cambios significativos”, declara el científico.

En el marco de la Expedición Malaspina 2010, el equipo realizará en las próximas semanas una nueva expedición en la misma zona. “El trabajo es pionero en la verificación de la utilidad de la red Argo para estudios de variabilidad oceánica de larga escala”, concluye Vélez Belchí.

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