Elecciones del 22 de mayo
Canarias, 15 de febrero de 2011 |Política | Gabinete de Prensa.
Las condiciones de vida del pueblo canario sufren un deterioro constante: aumento del paro a más del 30% de la población activa –afectando, especialmente, a la juventud-, reducción de salarios –más notoria en los de la mujer trabajadora-, más de diez mil viviendas que la banca ha robado en Canarias a quienes no han podido pagar su hipoteca, pérdida de protección social y otros derechos conquistados en decenios de lucha. Todo ello ha llevado a una parte importante del pueblo a una terrible situación de angustia, precarias condiciones de alimentación -cuando no simple hambre- y extensión de la pobreza entre crecientes franjas de la clase obrera (que fue quien generó toda la riqueza de los años pasados con el esfuerzo de su trabajo).
Desde el estallido abierto de la crisis, en 2008, todas las medidas adoptadas por el gobierno que han requerido grandes inversiones han favorecido a los capitalistas (cientos de miles de millones de euros para la banca o financiación de la deuda así generada pagando altísimos intereses a los mismos capitalistas -ahora los llaman “los mercados”- que se han embolsillado los beneficios de la especulación financiera). Siguiendo la dirección de no tocar los intereses de los capitalistas, el gobierno adopta continuas medidas que debilitan la capacidad de la clase obrera de defender sus intereses (disminución de sueldos a los empleados públicos, reforma laboral, ataque a la negociación colectiva y a los convenios, mayores dificultades para acceder al cobro de jubilación y menor cuantía de las pensiones, abaratamiento del despido, empeoramiento de servicios públicos como sanidad o educación empujando al pueblo hacia los negocios privados, subida de tarifas eléctricas –más del 30%-, nuevas privatizaciones –aeropuertos-, etc). A esto se suma el enorme gasto militar que requiere el despliegue del ejército -asalariado- en misiones imperialistas en varias zonas del mundo y la contratación de miles de nuevos policías y guardias civiles para cuidar los intereses del capitalismo y reprimir al pueblo.
Esta política antipopular ha sido y sigue siendo respondida con numerosas luchas populares, siendo la más importante de ellas la huelga general del 29 de septiembre. Manifestaciones, asambleas, mítines, huelgas han venido propiciando un desarrollo de la fuerza popular para enfrentar el ataque del gran capital y su gobierno. Es la movilización lo que une y fortalece a la clase obrera, la que hace retroceder a la patronal y su gobierno. Sostener la movilización y trabajar, en todos los niveles, para procurarle amplios apoyos sociales es la prioridad del momento. Por ello, el pacto social ante el que han claudicado, una vez más, CCOO y UGT es enormemente perjudicial, pues fortalece la posición de la patronal y su gobierno, que están aprovechando la crisis para llevar adelante una política agresiva de supresión de los derechos laborales, sociales y democráticos conquistados por el pueblo, camino que no tiene vuelta atrás, pues es el único que puede seguir el capitalismo para mejorar la menguante tasa de beneficios. Ese camino lo siguen y lo seguirán todos los partidos del sistema (PSOE, Coalición Canaria, PP, Nueva Canarias, PNV, CiU, …). Ninguno se enfrenta ni se enfrentará al mandato de sus patrones: Lopesan, Plasencia, Botín, Koplowitz…
La única posibilidad de cambiar esta línea de actuación política y enfrentar la crisis capitalista realizando políticas a favor del pueblo y de la clase obrera es organizando la fuerza de todo el pueblo para luchar por un programa político a favor de los intereses de las mayorías. Es el camino para que la crisis capitalista la paguen los ricos. El otro, el del pacto social, es una traición a los trabajadores y las trabajadoras, que ha de recibir contundente crítica, rechazo y pasos prácticos para superar la división obrera mediante la organización de Comités para la Unidad Obrera como plataformas de encuentro, coordinación, impulso y fortalecimiento de la militancia sindical combativa sin distinción de siglas.
Desde el lado popular, la crisis capitalista hay que enfrentarla con una propuesta de superación revolucionaria del capitalismo. Esa es la línea del PCPC, que trabaja día a día para concienciar al pueblo de la necesidad de seguirla, abandonando toda posición de resignación. Fortalecer esa conciencia anticapitalista es el imperativo del momento y a lograrla dedica el PCPC todo su esfuerzo en todos los ámbitos, porque sabemos que sólo la lucha nos dará nuestros derechos.
La vida demuestra que se puede crear riqueza sin empresarios, pero no se puede crear riqueza sin trabajadores y trabajadoras. El PCPC llama a la clase obrera y sectores populares, que con su esfuerzo crean la riqueza que hay en Canarias, a luchar por una salida popular a la crisis desplazando del poder a la burguesía y sus representantes. Este objetivo demanda de los sectores organizados del pueblo método, programa y táctica en la dirección de elevar la capacidad popular de incidir en la lucha de clases acumulando fuerzas y ganando posiciones que permitan un largo recorrido, lo que requiere seguir un trazado coherentemente anticapitalista, base sobre la que se forja la fuerza unida del pueblo, necesaria para la victoria.
En las elecciones del 22 de mayo, las candidaturas del PCPC defenderán esta línea política y continuarán la creación de conciencia para levantar la lucha popular reclamando, entre otras medidas:
- Seguro de paro indefinido. Renta de protección social y de la infancia. Reforzamiento de la negociación colectiva. Pensiones dignas. Políticas para la libertad e igualdad.
Desde el estallido abierto de la crisis, en 2008, todas las medidas adoptadas por el gobierno que han requerido grandes inversiones han favorecido a los capitalistas (cientos de miles de millones de euros para la banca o financiación de la deuda así generada pagando altísimos intereses a los mismos capitalistas -ahora los llaman “los mercados”- que se han embolsillado los beneficios de la especulación financiera). Siguiendo la dirección de no tocar los intereses de los capitalistas, el gobierno adopta continuas medidas que debilitan la capacidad de la clase obrera de defender sus intereses (disminución de sueldos a los empleados públicos, reforma laboral, ataque a la negociación colectiva y a los convenios, mayores dificultades para acceder al cobro de jubilación y menor cuantía de las pensiones, abaratamiento del despido, empeoramiento de servicios públicos como sanidad o educación empujando al pueblo hacia los negocios privados, subida de tarifas eléctricas –más del 30%-, nuevas privatizaciones –aeropuertos-, etc). A esto se suma el enorme gasto militar que requiere el despliegue del ejército -asalariado- en misiones imperialistas en varias zonas del mundo y la contratación de miles de nuevos policías y guardias civiles para cuidar los intereses del capitalismo y reprimir al pueblo.
Esta política antipopular ha sido y sigue siendo respondida con numerosas luchas populares, siendo la más importante de ellas la huelga general del 29 de septiembre. Manifestaciones, asambleas, mítines, huelgas han venido propiciando un desarrollo de la fuerza popular para enfrentar el ataque del gran capital y su gobierno. Es la movilización lo que une y fortalece a la clase obrera, la que hace retroceder a la patronal y su gobierno. Sostener la movilización y trabajar, en todos los niveles, para procurarle amplios apoyos sociales es la prioridad del momento. Por ello, el pacto social ante el que han claudicado, una vez más, CCOO y UGT es enormemente perjudicial, pues fortalece la posición de la patronal y su gobierno, que están aprovechando la crisis para llevar adelante una política agresiva de supresión de los derechos laborales, sociales y democráticos conquistados por el pueblo, camino que no tiene vuelta atrás, pues es el único que puede seguir el capitalismo para mejorar la menguante tasa de beneficios. Ese camino lo siguen y lo seguirán todos los partidos del sistema (PSOE, Coalición Canaria, PP, Nueva Canarias, PNV, CiU, …). Ninguno se enfrenta ni se enfrentará al mandato de sus patrones: Lopesan, Plasencia, Botín, Koplowitz…
La única posibilidad de cambiar esta línea de actuación política y enfrentar la crisis capitalista realizando políticas a favor del pueblo y de la clase obrera es organizando la fuerza de todo el pueblo para luchar por un programa político a favor de los intereses de las mayorías. Es el camino para que la crisis capitalista la paguen los ricos. El otro, el del pacto social, es una traición a los trabajadores y las trabajadoras, que ha de recibir contundente crítica, rechazo y pasos prácticos para superar la división obrera mediante la organización de Comités para la Unidad Obrera como plataformas de encuentro, coordinación, impulso y fortalecimiento de la militancia sindical combativa sin distinción de siglas.
Desde el lado popular, la crisis capitalista hay que enfrentarla con una propuesta de superación revolucionaria del capitalismo. Esa es la línea del PCPC, que trabaja día a día para concienciar al pueblo de la necesidad de seguirla, abandonando toda posición de resignación. Fortalecer esa conciencia anticapitalista es el imperativo del momento y a lograrla dedica el PCPC todo su esfuerzo en todos los ámbitos, porque sabemos que sólo la lucha nos dará nuestros derechos.
La vida demuestra que se puede crear riqueza sin empresarios, pero no se puede crear riqueza sin trabajadores y trabajadoras. El PCPC llama a la clase obrera y sectores populares, que con su esfuerzo crean la riqueza que hay en Canarias, a luchar por una salida popular a la crisis desplazando del poder a la burguesía y sus representantes. Este objetivo demanda de los sectores organizados del pueblo método, programa y táctica en la dirección de elevar la capacidad popular de incidir en la lucha de clases acumulando fuerzas y ganando posiciones que permitan un largo recorrido, lo que requiere seguir un trazado coherentemente anticapitalista, base sobre la que se forja la fuerza unida del pueblo, necesaria para la victoria.
En las elecciones del 22 de mayo, las candidaturas del PCPC defenderán esta línea política y continuarán la creación de conciencia para levantar la lucha popular reclamando, entre otras medidas:
- Seguro de paro indefinido. Renta de protección social y de la infancia. Reforzamiento de la negociación colectiva. Pensiones dignas. Políticas para la libertad e igualdad.
- Devolución de todas las viviendas robadas por los bancos por imposibilidad de pago de la hipoteca. Ni un robo más. Moratoria de pago para personas sin suficientes ingresos.
- Nacionalización de la banca. Política de crédito para promover el empleo y la economía productiva.
- Imposición fiscal progresiva. Fin a la política de embargos por impago de servicios básicos por no disponer de ingresos suficientes. Devolución de la RIC acumulada y eliminación de este privilegio empresarial.
- Defensa del patrimonio público y reversión de todo lo privatizado (Unelco, Emalsa, Iberia, Telefónica, etc.).
- Defensa de la sanidad y la educación públicas. Anulación de las políticas de concertación con los negocios privados. Incompatibilidad laboral absoluta.
- Socialización del suelo urbanizable y de todo el suelo protegido. Urbanismo al servicio de las necesidades colectivas. Persecución de la especulación. Protección y regeneración del medio. Fin a la política de grandes infraestructuras innecesarias.
- Reducción del gasto militar. Retirada de todas las tropas en misiones imperialistas. Salida de la OTAN. Desmilitarización de Canarias. Política activa de solidaridad, cooperación y paz.
- Democratización de la ley electoral de Canarias. Fortalecimiento del autogobierno.
Eliminación de la estructura competencial que divide al pueblo canario. Por una Canarias libre y socialista.
Comité Nacional del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC)
Comité Nacional del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC)
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