Vuelve la guerra fría al sufrido Telde judicial a las puertas de la gran cita electoral. En versión original, sonido stereo dolby surround, de nuevo la película “La Mareta”…otro episodio “Santana Cazorla versus Ayuntamiento”, o la sempiterna y recurrente telenovela “Faycán”. Dimes y diretes en realidad virtual, cuentos y milongas de un gobierno-oposición empeñado, año tras año, en empañar cualquier atisbo de lógica entre la desconcertada población.
Basta ya de tanta hipocresía. Estamos cansados, nos hinchan la cabeza de tonterías y podemos explotar. Crispar es fácil cuando la gente tiene dos dedos de frente, traga todo y a callar. Toda esta violencia judicial contra la indiferencia general se crece mucho más. Los que están ahora siguiendo su juego, acabarán dándose cuenta luego de que los han vuelto a engañar…otra vez más.
Yo también creía que con ignorarlos nos dejarían en paz. Yo también pensaba que si me callaba, más de un problema me iba a ahorrar. Pero me he dado cuenta, igual que tú, que no es la solución. Mostremos nuestro rechazo a seguir aguantando esta situación y que se vayan cuanto más lejos mejor. Basta ya de abusos y malos tratos a la desvencijada ciudad. Esta forma de actuar va camino de convertirla en siniestro total. Tanto unos como otros pagan su verdad. ¿Donde está la libertad?
Estoy convencido de que la gente espera una señal para revertir esta tendencia cansina y suicida, que se ha tornado en peligrosa rutina. No más juzgados. No más héroes y villanos. No más políticos que nos vengan a salvar, de no se sabe muy bien qué, ni a defendernos, de no se sabe muy bien quien. De todo el ruido, solo queda el dinero público perdido en pleitear, dos titulares en la prensa local, y algún gesto de egocentrismo banal. No hay más. ¿Dónde quedan los problemas reales de la ciudad?
Miro hacia el futuro y veo algo distinto. Una oportunidad de escapar a tanta mediocridad, a vendettas políticas sin justificar. De abandonar el “y tú más”, o el “lo resolveremos por lo penal”. Veo un cambio de mentalidad. Tengo una visión que habla de priorizar los problemas reales de la ciudad. La plazita del pueblo, la fuente de la esquina, los bancos de los abuelos…la fluidez del tráfico, el aparcamiento o la apuesta decidida por nuestro comercio. Tengo una visión de ilusión, de aunar, de sumar, de prosperidad social. Veo cercano el principio del fin de la crispación, de los juicios, los juzgados, los impunes y los condenados. Veo el adiós de los que se creen justos viviendo en pecado. Veo a Telde bien.
(*) Florentino López Castro, director de ONDA GUANCHE
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