Girona, 8 de marzo de 2011 | Cartas al Director |Enric Barrull Casals
Si ya tuvimos que lamentar, la actitud del Gobierno socialista en especial la del Presidente, que no supo estar a la debida altura institucional durante la Visita del Papa a Santiago de Compostela y Barcelona, poco después el Presidente Rodríguez Zapatero demostró que aquella ausencia no fue casual y que tampoco supo estar en el lugar que le corresponde una semana después del acontecimiento de Barcelona. Zapatero aprovechó un mitin electoral en Viladecans para preguntarse en voz alta si es que quieren que se hagan las leyes que quiere el Papa y volvió a relacionar burdamente a la Iglesia católica con el franquismo. En primer lugar, habría que pedirle al Presidente, con firmeza pero sin el tono áspero y revanchista que él ha utilizado, que ponga nombre y apellidos a las acusaciones veladas. ¿Quién lo quiere? ¿Quién desea que la Iglesia sea una cámara parlamentaria más, como, por cierto, señalaba también por aquellos días un diario progubernamental, en la misma tesis y estela anticlerical que ahora sigue a pie juntillas Zapatero? ¿Cómo puede atreverse un Presidente del Gobierno a insinuar que el Papa quiere legislar en España? Si no conociéramos su sectarismo pensaríamos que delira, pero... Parece vamos a tener una campaña en la que no va a faltar radicalismo, “nos va bien un poco de crispación”
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